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jueves, 18 de marzo de 2010

Aníbal Martínez: Nomenclaturas de reservas (Petroleumworldmexico)

CIUDAD DE MEXICO
Petroleumworldmexico.com, 20 02 2009

Una “crasa ignorancia” de los convenios internacionales de nomenclaturas de reservas y recursos de petróleo, y el desconocimiento de principios de geología vigentes hace más de un siglo, causaron una “conmoción indescifrable” en México en el mundo con el anuncio de un supuesto hallazgo gigantesco de reservas, dijo a Petroleumworld el experto en cuantificación de reservas Aníbal R.Martínez, geólogo de la UCV y de Stanford, presidente del comité de nomenclatura del petróleo y las reservas del Consejo Mundial del Petróleo(1980-97); miembro del Comité de las Reservas de Petróleo y Gas de la Sociedad (Internacional) de Ingenieros de Petróleo SPE.

“Debería resultar incompresible que la más crasa ignorancia de los convenios internacionales de nomenclatura de reservas y recursos de petróleo, más principios de geología con siglos de vigencia, esquemas profesionales que hasta la terrible Comisión de Valores de EEUU Securities and Exchange Commission, SEC) acogió en su esencia y sustancia hace menos de dos meses, sea la causa de una conmoción indescifrable, sin fundamento ni razón”, dijo a Petroleumworld el también integrante del Comité de las Naciones Unidas para la armonización de las definiciones de los combustibles fósiles, el petróleo (hidrocarburos) y el uranio, miembro del Comité Conjunto para el Entrenamiento de los Evaluadores de Reservas.

Martínez quien es experto asociado de Petroleumworld y miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Conjunta Interdisciplinaria de la AAPG y la SPE sobre Reservas y Recursos, Washington DC (2007), di

El pasado martes 17 de febrero el reporte a un “hallazgo” publicado a ocho columnas y grandes titulares por el prestigiado diario El Universal, colocó a México de súbito en un tercer lugar entre los países petroleros del mundo, “sólo después de Arabia Saudita y de Canadá, y por arriba de Irán e Irak”, en un insólito texto basado de la entrevista exclusiva del número dos de Pemex, el director de Producción y Exploración, Carlos Morales Gil.

El reporte indicaba además que ese volumen de hidrocarburos fue certificado por las empresas De Goyler & McNaughton, Netherland & Sewell y Ryder Scott. La cita de autoridad por delante.

“México no se quedará sin petróleo. Un grupo de empresas ha certificado el volumen de reservas en Chicontepec por 139.000 millones de barriles de crudo, 3,8 veces más que el mayor yacimiento en la historia nacional, Cantarell, que hoy está en pleno declive”, celebraban los editores de El Universal.

Ni el diario ni el funcionario indicaron que las “reservas totales” de México hasta diciembre de 2007, último registro disponible, son de 44.500 millones de barriles, de las cuales sólo 14.700 son “reservas probadas” para ilustrar la monstruosa cifra que se añadía.

Sin tener idea de que ese crudo mencionado es sólo POES (Petróleo Original en Sitio) y no reserva, el editorial ignoraba además el decisivo factor de recuperación que se calcula en todos los yacimientos del mundo antes de certificar ese POES como “reservas”, sean estas probadas (con inversión garantizada), probables o posibles. Jamás se extrae 100 por ciento de un reservorio de crudo. Es técnicamente imposible.

El Universal comparaba peras con manzanas. EL POES no son reservas probadas, tampoco probables ni posibles.

Pemex ha dicho que Chicontepec contiene 39% de sus reservas totales (probadas, probables y posibles) y un informe oficial establece esas reservas totales en unos 44.500 millones de crudo equivalente (crudo, gas líquido y seco), nos da 17.000 millones, casi los 18.000 millones que mencionó Morales Gil para 30 años de explotación.

Un 70 por ciento de esas " reservas probadas" es petróleo crudo, lo que arroja un balance de poco más de 9.000 millones de reservas probadas de crudo que alcanzarían para nueve años al ritmo actual de explotación de casi 1.000 millones diarios , como reportó Pemex al Congreso en los debates de una reforma aprobada en 2008 . Esa es la realidad.

Las reservas probadas, probables o posibles son las cantidades de petróleo que, en la incertidumbre de la industria petrolera, conforme a los mejores análisis de la información geológica y de ingeniería de la que se dispone, puede estimarse con “certeza razonable” que será comercialmente recuperable, a partir de una cierta fecha en adelante, desde yacimientos conocidos.

El anuncio hecho por El Universal: “se trata de la conversión instantánea de una honorable cuenca sedimentaria mexicana, a segunda media luna, a medio Canadá, con capacidades y posibilidades de los más altos niveles”, dijo el doctor Martínez.

Nuestro experto explica que “la cuenca de Chicontepec es pequeña, menos de 4.000 kilómetros cuadrados (el área de evaluación del campo Faja del Orinoco trazada en 1977 por Petróleos es de 56.000 km2) y tiene en los paleocanales pequeñas acumulaciones de hidrocarburos de peso específico pesado y medio, nada espectacular”.

La denominación común de la cuenca ha sido siempre Canal de Chicontepec fue descubierta en 1926 y se han perforado más de mil pozos, pero la producción es menor, actualmente de 40.000 barriles, con la expectativa oficial de elevarla a 600.000 barriles diarios en 2020.

El desconcierto llegó hasta a los más conocedores: “Confieso que es difícil de descifrar la nota periodística inicial, de hecho, las propias declaraciones del Director de Exploración y Producción de Pemex (Carlos Morales Gil) son difíciles de analizar”, dijo Martínez.

“Lo que es evidentemente petróleo inicialmente en el sitio (POES), fue calificado por el reporte de prensa como ‘reservas', a partir de lo cual se tejieron las más inverosímiles redes de conclusiones”, reflexiona el analista petrolero, quien dirige los cursos especiales de reservas de hidrocarburos que ofrece Petroleumworld. .

El furor desatado en México es inusual: “Pocas veces se trasponen las realidades naturales, como en la declaración infundada de presumir volúmenes de reservas probadas, reservas probables y reservas posibles por bloques iguales, medidos en años y cuantía de inversiones”.

Las falsas ilusiones creadas con base en verdades a medias: ”Hay terminaciones mágicas y operaciones que al final, me parece, no son nada tenebrosas o necesario de inventar, sólo complementaciones múltiples de un sondeo o pozos horizontales”

El proceso explicado por Pemex a El Universal, que lo sobre dimensionó, prosigue Martínez “en última instancia, parece ser el mismo que conocemos: primero cuantificación del POES (Petróleo Original en Sitio, la cantidad de petróleo estimada que existe en un yacimiento antes de su explotación); segundo certificación de lo cuantificado por firma de buena reputación; y tercero, aplicación por las autoridades a ese volumen de hidrocarburos en el sitio medido; (pero) declarado verdadero por un factor de recuperación impropio”.

Ese “factor de recuperación impropio” que cuestiona Martínez es ni más ni menos considerar que los 139.000 son pasibles de extracción a 100 por ciento.

En México el factor la multiplicación es 15 por ciento para estimar 18.000 millones de barriles que podrían ser extraídos en 30 años (la realidad anda por el 7 por ciento), en el bloque Carabobo 1 de la Faja del Orinoco en Venezuela ha sido 2O por ciento, compara Martínez.

Martínez considera que el error del despliegue noticioso con bombos y platillos no es culpa de las empresas certificadoras, que él mismo conoce en su natal Venezuela: “Valgan las observaciones que el trabajo de la muy seria firma de De Goyler en Chicontepec es de varios años atrás y que Ryder Scott es la firma usada por Petróleos de Venezuela”.

Hay una defensa de los geólogos: “De allí a que alguno de los comentaristas se atreva a insinuar que ‘eso lo dirán los venezolanos en México', es absolutamente inaceptable, por ser un insulto intolerable y una ofensa gratuita para los cientos de petroleros de primera que cumplen allá una labor extraordinaria”.

“No es lo mismo hablar de volumen original que hablar de reservas”, dijo Pemex para ahogar el ruido desatado, en un texto enviado a Petroleumworld que señala un bajo factor de recuperación de 7%. Pero el daño a la credibilidad ya está hecho.

Nota por Víctor Flores García corresponsal de Petroleumworld en México
petroleumworldmx.com 02/20/2009

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