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viernes, 7 de mayo de 2010
Posible causa: Metano. (AP).
EN EL GOLFO DE MEXICO (AP) — Una burbuja de metano, que se fugó desde el fondo marino, habría sido la causa de la explosión de una plataforma petrolera que desencadenó un derrame en el Golfo de México, y el estallido habría sobrevenido mientras ejecutivos de BP celebraban las condiciones de seguridad en el proyecto, de acuerdo con algunos trabajadores.
En tanto, BP sumergió una caja de 100 toneladas de granito y acero sobre un pozo abierto de petróleo en el Golfo de México, un paso importante en un proceso delicado y sin precedentes que busca evitar que el crudo se siga fugando al mar.
Una cuadrilla de robots submarinos colocó el viernes la caja de 12 metros (40 pies) de altura en posición. Ahora que ésta está en el suelo marino, los trabajadores necesitarán al menos 12 horas para que se asiente y estabilice. Luego los robots conectarán un tubo y una manguera que servirá como una especie de túnel por el que subirá el crudo hasta un tanque.
"Parece que todo va exactamente como lo planeamos", le dijo el vocero de BP, Bill Salvin, a The Associated Press el viernes en la tarde, poco después que la caja tocó el fondo marino. "Aún hay muchos desafíos por delante, pero esto es un avance muy bueno".
Un experto en seguridad de oleoductos dijo a la AP que, según reportes de los trabajadores de la plataforma petrolera que estalló y se hundió, la explosión fue provocada por una burbuja de metano que se fugó y estalló al llegar a la superficie.
La información se basa en entrevistas realizadas a los trabajadores durante una investigación interna de la empresa.
En el subsuelo marino, el metano se encuentra en una forma líquida y cristalina. Cuando los trabajadores restaron presión al pozo petrolero e inyectaron calor, el sello de concreto alrededor del ducto se desestabilizó, provocando una burbuja de metano, la cual creció, rompiendo varias de las barreras de seguridad de la plataforma.
Siete ejecutivos de BP estaban a bordo de la plataforma, celebrando el expediente de seguridad del proyecto, cuando sobrevino el estallido, según esas entrevistas, leídas a un reportero de The Associated Press por Robert Bea, profesor de ingeniería de la Universidad de California en Berkeley, quien forma parte de un panel sobre seguridad en ductos y trabajó para BP PLC en la década de 1990.
Los ejecutivos que visitaban la plataforma resultaron lesionados pero sobrevivieron. Perecieron nueve trabajadores en la cubierta de la plataforma y dos ingenieros.
Bea recibió las entrevistas de algunos amigos que solicitaron su opinión autorizada.
Si la operación para controlar el derrame funciona bien, la caja debería, después de taponar el pozo abierto, canalizar hasta un 85% del petróleo filtrado por medio de tubos hasta un buque cisterna en superficie. Nunca se ha intentado esta operación a tanta profundidad, donde la presión del agua es suficiente como para aplastar un submarino.
A unos 400 metros (1.300 pies) de distancia están los restos de la plataforma submarina Deepwater Horizon, que era arrendada por BP y que estalló el 20 de abril a 80 kilómetros (50 millas) de las costas, matando a 11 trabajadores.
Desde entonces, el pozo abierto ha estado despidiendo unos tres cuartos de millón de litros (200.000 galones) diarios, en el mayor desastre desde el derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989. Se calcula que hasta el momento se han fugado 11 millones de litros (3 millones de galones).
La inmersión de la caja fue un proceso lento y delicado, que tuvo lugar a unas 50 millas (80 kilómetros) de la costa de Luisiana.
"Esencialmente equivale a tomar un edificio de cuatro pisos, hacerlo descender 5.000 pies (1.500 metros) y colocarlo sobre la cabeza de un alfiler", dijo a la Associated Press el vocero de BP, Bill Salvin.
El enorme contenedor no resolverá totalmente el problema. Trabajadores aún están perforando otro pozo y explorando distintos métodos para detener el derrame.
Mientras esto ocurre en altamar, los pobladores de Luisiana, Misisipí, Alabama y Florida esperan ansiosos cualquier noticia sobre cuándo podría llegar el crudo a sus costas.
Las operaciones para detener las filtraciones se volvieron más urgentes ahora que el crudo ha llegado a varias islas barrera a las frente a la costa de Luisiana.
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Los periodistas de The Associated Press Ray Henry, Cain Burdeau, Holbrook Mohr, Tamara Lush y Vicki Smith en Luisiana, Brian Skoloff en Misisipí, Malcolm Ritter en Nueva York y Curt Anderson en Miami contribuyeron con esta nota.
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