http://energiapetroleoygasucv.blogspot.com/

martes, 21 de diciembre de 2010

Juan Oribe - editorial El Pais. (El Pais Digital).

Es cada vez más compleja la estructura de tratados y organismos internacionales establecidos para fomentar la investigación sobre el cambio climático y la formulación y aplicación de estrategias para contrarrestarlo. O, por lo menos, para mitigarlo. Los días del 29 de noviembre al 10 de diciembre sesionaron en Cancún la 16ª. Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre el Cambio Climático y la 6ª. Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto.

El Convenio Marco entró en vigencia en marzo de 1994 y ha sido ratificado por 194 países. Aunque no contiene obligaciones "duras"; solamente alienta a los países a reducir sus emisiones de gases de invernadero, sirvió de base para la construcción de un sistema que tiene dos grandes sectores. Por una parte, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (más conocido por su sigla en inglés: IPCC) que está completando su quinto informe global, y, por la otra, el Protocolo de Kyoto y sus organismos de aplicación.

El Protocolo de Kyoto es un complemento de la Convención. Fue suscrito en 1997 y entró en vigencia en el año 2005. Los países desarrollados enumerados en el Anexo I del Protocolo se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. Los demás países no asumieron una obligación similar.

Se entendió que el aumento de los gases de invernadero en la atmósfera generados por el ser humano, a lo largo de un siglo y medio, había sido consecuencia del desarrollo industrial de los países del Primer Mundo. No era equitativo que los países en vías de industrialización se vieran obligados a asumir los mismos compromisos. Pero, lo que pareció aceptable y justo en 1997 ya no lo es tanto. Hoy, dos de los cinco principales emisores de CO2 a la atmósfera (China y la India) no figuran en el Anexo I y no están obligados a reducir sus emisiones.

No es sorprendente, entonces, que el Japón, que si figura en el Anexo I, haya anunciado que no aceptará un segundo período para el Protocolo de Kyoto por considerar que esta "no es una forma justa de afrontar el cambio climático".

Los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto caducarán en el 2012. ¿Qué sucederá entonces? Los estudios del IPCC indican que las emisiones de gases de invernadero deben ser reducidas drásticamente si se desea contener el cambio climático. Pero, para conseguir esa meta sería necesaria realizar cortar el consumo de los principales combustibles fósiles; tanto de carbón (utilizado para la generación de la vital electricidad) como de hidrocarburos. Y esto afectaría la economía, tanto en los países en vía de industrialización como en los más desarrollados. Algo difícil de aceptar en medio de una crisis mundial.

La Cumbre de Cancún, en buena medida gracias a la gestión del canciller mejicano, produjo un documento de compromiso. Muy diplomáticamente se acordó pasar el tema del futuro del Protocolo de Kyoto a la próxima cumbre, en Durban. Entretanto hubo acuerdo sobre un paquete de medidas que, es cierto, no son tan ambiciosas, pero sí más factibles.

"La cumbre de Cancún sobre el cambio del clima global tuvo un resultado modesto pero alentador".

_____________________________________

Feliz navidad a todos, en especial a mis estudiantes y a los visitantes asiduos. Que el nuevo año traiga paz y esperanza. ¡Hasta entonces!

SN.

Juan Oribe - editorial El Pais. (El Pais Digital).

Es cada vez más compleja la estructura de tratados y organismos internacionales establecidos para fomentar la investigación sobre el cambio climático y la formulación y aplicación de estrategias para contrarrestarlo. O, por lo menos, para mitigarlo. Los días del 29 de noviembre al 10 de diciembre sesionaron en Cancún la 16ª. Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre el Cambio Climático y la 6ª. Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto.

El Convenio Marco entró en vigencia en marzo de 1994 y ha sido ratificado por 194 países. Aunque no contiene obligaciones "duras"; solamente alienta a los países a reducir sus emisiones de gases de invernadero, sirvió de base para la construcción de un sistema que tiene dos grandes sectores. Por una parte, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (más conocido por su sigla en inglés: IPCC) que está completando su quinto informe global, y, por la otra, el Protocolo de Kyoto y sus organismos de aplicación.

El Protocolo de Kyoto es un complemento de la Convención. Fue suscrito en 1997 y entró en vigencia en el año 2005. Los países desarrollados enumerados en el Anexo I del Protocolo se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. Los demás países no asumieron una obligación similar.

Se entendió que el aumento de los gases de invernadero en la atmósfera generados por el ser humano, a lo largo de un siglo y medio, había sido consecuencia del desarrollo industrial de los países del Primer Mundo. No era equitativo que los países en vías de industrialización se vieran obligados a asumir los mismos compromisos. Pero, lo que pareció aceptable y justo en 1997 ya no lo es tanto. Hoy, dos de los cinco principales emisores de CO2 a la atmósfera (China y la India) no figuran en el Anexo I y no están obligados a reducir sus emisiones.

No es sorprendente, entonces, que el Japón, que si figura en el Anexo I, haya anunciado que no aceptará un segundo período para el Protocolo de Kyoto por considerar que esta "no es una forma justa de afrontar el cambio climático".

Los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto caducarán en el 2012. ¿Qué sucederá entonces? Los estudios del IPCC indican que las emisiones de gases de invernadero deben ser reducidas drásticamente si se desea contener el cambio climático. Pero, para conseguir esa meta sería necesaria realizar cortar el consumo de los principales combustibles fósiles; tanto de carbón (utilizado para la generación de la vital electricidad) como de hidrocarburos. Y esto afectaría la economía, tanto en los países en vía de industrialización como en los más desarrollados. Algo difícil de aceptar en medio de una crisis mundial.

La Cumbre de Cancún, en buena medida gracias a la gestión del canciller mejicano, produjo un documento de compromiso. Muy diplomáticamente se acordó pasar el tema del futuro del Protocolo de Kyoto a la próxima cumbre, en Durban. Entretanto hubo acuerdo sobre un paquete de medidas que, es cierto, no son tan ambiciosas, pero sí más factibles.

"La cumbre de Cancún sobre el cambio del clima global tuvo un resultado modesto pero alentador".

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Feliz navidad a todos, en especial a mis estudiantes y a los visitantes asiduos. Que el nuevo año traiga paz y esperanza. ¡Hasta entonces!

SN.

Demanda petrolera por clima y feriados.

.- El petróleo subió el lunes impulsado por un fuerte avance de los precios de la gasolina, en medio de las expectativas de una mayor demanda por los feriados de fin de año y por el clima frío en el hemisferio norte.

Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.

El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.

Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.

El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.

El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.

La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.

Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.

La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.

Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.

En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.

El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.

Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.

"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.

"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.

Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.

Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.

Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.

Demanda petrolera por clima y feriados.

.- El petróleo subió el lunes impulsado por un fuerte avance de los precios de la gasolina, en medio de las expectativas de una mayor demanda por los feriados de fin de año y por el clima frío en el hemisferio norte.

Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.

El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.

Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.

El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.

El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.

La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.

Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.

La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.

Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.

En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.

El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.

Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.

"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.

"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.

Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.

Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.

Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Cerrada la Cumbre de Cancún: "Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante". (informador)

CANCÚN, QUINTANA ROO (12/DIC/2010).- Los gobiernos del mundo enfrentarán una nueva batalla en Sudáfrica en el 2011 entre las naciones ricas y las pobres sobre poner freno al cambio climático, alentados por un ligero avance en la Cumbre de Cancún, aunque sin esperanzas reales de un nuevo tratado en los próximos años.

En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.

La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.

"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.

Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.

La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.

Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.

Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.

Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.

Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.

Cerrada la Cumbre de Cancún: "Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante". (informador)

CANCÚN, QUINTANA ROO (12/DIC/2010).- Los gobiernos del mundo enfrentarán una nueva batalla en Sudáfrica en el 2011 entre las naciones ricas y las pobres sobre poner freno al cambio climático, alentados por un ligero avance en la Cumbre de Cancún, aunque sin esperanzas reales de un nuevo tratado en los próximos años.

En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.

La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.

"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.

Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.

La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.

Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.

Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.

Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.

Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.

martes, 7 de diciembre de 2010

Informe del PNUMA: Glaciares en riesgo. (Diciembre 2010 - UNEP)

Los glaciares del sur de Sudamérica y Alaska se están derritiendo más rápido que los de Europa.

Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios

Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.

Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.

El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.

En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.

Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.

Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.

Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.

"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".

Informe del PNUMA: Glaciares en riesgo. (Diciembre 2010 - UNEP)

Los glaciares del sur de Sudamérica y Alaska se están derritiendo más rápido que los de Europa.

Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios

Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.

Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.

El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.

En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.

Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.

Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.

Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.

"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".

lunes, 6 de diciembre de 2010

En Cancún: Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando” (DW - Cristina Papaleo))

Luego de que los diversos grupos de trabajo se reunieran en la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún a puertas cerradas la semana pasada y elaboraran sus propuestas, este martes, 7 de diciembre, se espera que, con las negociaciones a alto nivel, la cumbre de Naciones Unidas para combatir el cambio climático entre en su fase decisiva.

Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.

Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.

El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.

Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.

El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.

Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”

Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.

Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.

Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.

Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.

Autora: Cristina Papaleo / dpa.

En Cancún: Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando” (DW - Cristina Papaleo))

Luego de que los diversos grupos de trabajo se reunieran en la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún a puertas cerradas la semana pasada y elaboraran sus propuestas, este martes, 7 de diciembre, se espera que, con las negociaciones a alto nivel, la cumbre de Naciones Unidas para combatir el cambio climático entre en su fase decisiva.

Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.

Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.

El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.

Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.

El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.

Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”

Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.

Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.

Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.

Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.

Autora: Cristina Papaleo / dpa.

viernes, 3 de diciembre de 2010

David Cameron - Cumbre de Cancún (Excelsior)

Durante los últimos 12 meses hemos visto la devastación que el cambio climático puede causar —inundaciones en Pakistán, incendios forestales en Rusia, deslizamientos en China—. Pese a eso, durante los mismos 12 meses hemos visto un creciente desaliento sobre los esfuerzos internacionales para proteger nuestro planeta. Copenhague fue una desilusión para todo el que cuida del medio ambiente. Pese a que se dieron algunos pasos importantes, simplemente no hubo suficiente progreso. Pero hoy, mientras el mundo mira a Cancún, quiero decir que todo aquel que se preocupa por el cambio climático debería entusiasmarse porque creo que hay tres buenas razones para tener esperanza en el futuro.

La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.

La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.

Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.

Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.

Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.

David Cameron - Cumbre de Cancún (Excelsior)

Durante los últimos 12 meses hemos visto la devastación que el cambio climático puede causar —inundaciones en Pakistán, incendios forestales en Rusia, deslizamientos en China—. Pese a eso, durante los mismos 12 meses hemos visto un creciente desaliento sobre los esfuerzos internacionales para proteger nuestro planeta. Copenhague fue una desilusión para todo el que cuida del medio ambiente. Pese a que se dieron algunos pasos importantes, simplemente no hubo suficiente progreso. Pero hoy, mientras el mundo mira a Cancún, quiero decir que todo aquel que se preocupa por el cambio climático debería entusiasmarse porque creo que hay tres buenas razones para tener esperanza en el futuro.

La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.

La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.

Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.

Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.

Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sesión inaugural - Cumbre de Cancún (APF)

El Protocolo de Kioto hizo un ingreso notable en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, en Cancún, con el rotundo rechazo de Japón a prolongar el tratado, otra sombra que se cierne sobre las actuales negociaciones en México.

En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.

"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.

En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.

El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.

Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.

"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.

Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.

El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.

"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.

De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".

Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.

"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.

"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.

¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.

El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".

"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.

Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.

Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".

"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".

Sesión inaugural - Cumbre de Cancún (APF)

El Protocolo de Kioto hizo un ingreso notable en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, en Cancún, con el rotundo rechazo de Japón a prolongar el tratado, otra sombra que se cierne sobre las actuales negociaciones en México.

En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.

"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.

En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.

El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.

Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.

"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.

Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.

El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.

"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.

De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".

Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.

"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.

"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.

¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.

El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".

"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.

Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.

Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".

"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".