Es cada vez más compleja la estructura de tratados y organismos internacionales establecidos para fomentar la investigación sobre el cambio climático y la formulación y aplicación de estrategias para contrarrestarlo. O, por lo menos, para mitigarlo. Los días del 29 de noviembre al 10 de diciembre sesionaron en Cancún la 16ª. Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre el Cambio Climático y la 6ª. Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto.
El Convenio Marco entró en vigencia en marzo de 1994 y ha sido ratificado por 194 países. Aunque no contiene obligaciones "duras"; solamente alienta a los países a reducir sus emisiones de gases de invernadero, sirvió de base para la construcción de un sistema que tiene dos grandes sectores. Por una parte, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (más conocido por su sigla en inglés: IPCC) que está completando su quinto informe global, y, por la otra, el Protocolo de Kyoto y sus organismos de aplicación.
El Protocolo de Kyoto es un complemento de la Convención. Fue suscrito en 1997 y entró en vigencia en el año 2005. Los países desarrollados enumerados en el Anexo I del Protocolo se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. Los demás países no asumieron una obligación similar.
Se entendió que el aumento de los gases de invernadero en la atmósfera generados por el ser humano, a lo largo de un siglo y medio, había sido consecuencia del desarrollo industrial de los países del Primer Mundo. No era equitativo que los países en vías de industrialización se vieran obligados a asumir los mismos compromisos. Pero, lo que pareció aceptable y justo en 1997 ya no lo es tanto. Hoy, dos de los cinco principales emisores de CO2 a la atmósfera (China y la India) no figuran en el Anexo I y no están obligados a reducir sus emisiones.
No es sorprendente, entonces, que el Japón, que si figura en el Anexo I, haya anunciado que no aceptará un segundo período para el Protocolo de Kyoto por considerar que esta "no es una forma justa de afrontar el cambio climático".
Los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto caducarán en el 2012. ¿Qué sucederá entonces? Los estudios del IPCC indican que las emisiones de gases de invernadero deben ser reducidas drásticamente si se desea contener el cambio climático. Pero, para conseguir esa meta sería necesaria realizar cortar el consumo de los principales combustibles fósiles; tanto de carbón (utilizado para la generación de la vital electricidad) como de hidrocarburos. Y esto afectaría la economía, tanto en los países en vía de industrialización como en los más desarrollados. Algo difícil de aceptar en medio de una crisis mundial.
La Cumbre de Cancún, en buena medida gracias a la gestión del canciller mejicano, produjo un documento de compromiso. Muy diplomáticamente se acordó pasar el tema del futuro del Protocolo de Kyoto a la próxima cumbre, en Durban. Entretanto hubo acuerdo sobre un paquete de medidas que, es cierto, no son tan ambiciosas, pero sí más factibles.
"La cumbre de Cancún sobre el cambio del clima global tuvo un resultado modesto pero alentador".
_____________________________________
Feliz navidad a todos, en especial a mis estudiantes y a los visitantes asiduos. Que el nuevo año traiga paz y esperanza. ¡Hasta entonces!
SN.
http://energiapetroleoygasucv.blogspot.com/
martes, 21 de diciembre de 2010
Juan Oribe - editorial El Pais. (El Pais Digital).
Es cada vez más compleja la estructura de tratados y organismos internacionales establecidos para fomentar la investigación sobre el cambio climático y la formulación y aplicación de estrategias para contrarrestarlo. O, por lo menos, para mitigarlo. Los días del 29 de noviembre al 10 de diciembre sesionaron en Cancún la 16ª. Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre el Cambio Climático y la 6ª. Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto.
El Convenio Marco entró en vigencia en marzo de 1994 y ha sido ratificado por 194 países. Aunque no contiene obligaciones "duras"; solamente alienta a los países a reducir sus emisiones de gases de invernadero, sirvió de base para la construcción de un sistema que tiene dos grandes sectores. Por una parte, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (más conocido por su sigla en inglés: IPCC) que está completando su quinto informe global, y, por la otra, el Protocolo de Kyoto y sus organismos de aplicación.
El Protocolo de Kyoto es un complemento de la Convención. Fue suscrito en 1997 y entró en vigencia en el año 2005. Los países desarrollados enumerados en el Anexo I del Protocolo se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. Los demás países no asumieron una obligación similar.
Se entendió que el aumento de los gases de invernadero en la atmósfera generados por el ser humano, a lo largo de un siglo y medio, había sido consecuencia del desarrollo industrial de los países del Primer Mundo. No era equitativo que los países en vías de industrialización se vieran obligados a asumir los mismos compromisos. Pero, lo que pareció aceptable y justo en 1997 ya no lo es tanto. Hoy, dos de los cinco principales emisores de CO2 a la atmósfera (China y la India) no figuran en el Anexo I y no están obligados a reducir sus emisiones.
No es sorprendente, entonces, que el Japón, que si figura en el Anexo I, haya anunciado que no aceptará un segundo período para el Protocolo de Kyoto por considerar que esta "no es una forma justa de afrontar el cambio climático".
Los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto caducarán en el 2012. ¿Qué sucederá entonces? Los estudios del IPCC indican que las emisiones de gases de invernadero deben ser reducidas drásticamente si se desea contener el cambio climático. Pero, para conseguir esa meta sería necesaria realizar cortar el consumo de los principales combustibles fósiles; tanto de carbón (utilizado para la generación de la vital electricidad) como de hidrocarburos. Y esto afectaría la economía, tanto en los países en vía de industrialización como en los más desarrollados. Algo difícil de aceptar en medio de una crisis mundial.
La Cumbre de Cancún, en buena medida gracias a la gestión del canciller mejicano, produjo un documento de compromiso. Muy diplomáticamente se acordó pasar el tema del futuro del Protocolo de Kyoto a la próxima cumbre, en Durban. Entretanto hubo acuerdo sobre un paquete de medidas que, es cierto, no son tan ambiciosas, pero sí más factibles.
"La cumbre de Cancún sobre el cambio del clima global tuvo un resultado modesto pero alentador".
_____________________________________
Feliz navidad a todos, en especial a mis estudiantes y a los visitantes asiduos. Que el nuevo año traiga paz y esperanza. ¡Hasta entonces!
SN.
El Convenio Marco entró en vigencia en marzo de 1994 y ha sido ratificado por 194 países. Aunque no contiene obligaciones "duras"; solamente alienta a los países a reducir sus emisiones de gases de invernadero, sirvió de base para la construcción de un sistema que tiene dos grandes sectores. Por una parte, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (más conocido por su sigla en inglés: IPCC) que está completando su quinto informe global, y, por la otra, el Protocolo de Kyoto y sus organismos de aplicación.
El Protocolo de Kyoto es un complemento de la Convención. Fue suscrito en 1997 y entró en vigencia en el año 2005. Los países desarrollados enumerados en el Anexo I del Protocolo se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. Los demás países no asumieron una obligación similar.
Se entendió que el aumento de los gases de invernadero en la atmósfera generados por el ser humano, a lo largo de un siglo y medio, había sido consecuencia del desarrollo industrial de los países del Primer Mundo. No era equitativo que los países en vías de industrialización se vieran obligados a asumir los mismos compromisos. Pero, lo que pareció aceptable y justo en 1997 ya no lo es tanto. Hoy, dos de los cinco principales emisores de CO2 a la atmósfera (China y la India) no figuran en el Anexo I y no están obligados a reducir sus emisiones.
No es sorprendente, entonces, que el Japón, que si figura en el Anexo I, haya anunciado que no aceptará un segundo período para el Protocolo de Kyoto por considerar que esta "no es una forma justa de afrontar el cambio climático".
Los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto caducarán en el 2012. ¿Qué sucederá entonces? Los estudios del IPCC indican que las emisiones de gases de invernadero deben ser reducidas drásticamente si se desea contener el cambio climático. Pero, para conseguir esa meta sería necesaria realizar cortar el consumo de los principales combustibles fósiles; tanto de carbón (utilizado para la generación de la vital electricidad) como de hidrocarburos. Y esto afectaría la economía, tanto en los países en vía de industrialización como en los más desarrollados. Algo difícil de aceptar en medio de una crisis mundial.
La Cumbre de Cancún, en buena medida gracias a la gestión del canciller mejicano, produjo un documento de compromiso. Muy diplomáticamente se acordó pasar el tema del futuro del Protocolo de Kyoto a la próxima cumbre, en Durban. Entretanto hubo acuerdo sobre un paquete de medidas que, es cierto, no son tan ambiciosas, pero sí más factibles.
"La cumbre de Cancún sobre el cambio del clima global tuvo un resultado modesto pero alentador".
_____________________________________
Feliz navidad a todos, en especial a mis estudiantes y a los visitantes asiduos. Que el nuevo año traiga paz y esperanza. ¡Hasta entonces!
SN.
Demanda petrolera por clima y feriados.
.- El petróleo subió el lunes impulsado por un fuerte avance de los precios de la gasolina, en medio de las expectativas de una mayor demanda por los feriados de fin de año y por el clima frío en el hemisferio norte.
Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.
El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.
Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.
El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.
El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.
La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.
Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.
La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.
Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.
En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.
El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.
Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.
"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.
"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.
Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.
Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.
Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.
Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.
El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.
Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.
El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.
El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.
La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.
Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.
La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.
Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.
En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.
El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.
Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.
"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.
"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.
Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.
Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.
Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.
Demanda petrolera por clima y feriados.
.- El petróleo subió el lunes impulsado por un fuerte avance de los precios de la gasolina, en medio de las expectativas de una mayor demanda por los feriados de fin de año y por el clima frío en el hemisferio norte.
Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.
El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.
Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.
El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.
El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.
La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.
Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.
La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.
Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.
En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.
El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.
Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.
"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.
"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.
Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.
Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.
Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.
Un dólar más fuerte y preocupaciones sobre deuda en la zona euro limitaban las ganancias.
El contrato estadounidense para entrega en enero, que venció al cierre, ganó 79 centavos a 88.81 dólares el barril, con operaciones entre 87.26 y 88.98 dólares.
Los precios del crudo alcanzaron un máximo de 26 meses de 90.76 dólares el 7 de diciembre.
El crudo estadounidense para entrega en febrero avanzó 68 centavos a 89.29 dólares.
El contrato Brent para febrero trepó a 92.74 dólares.
La gasolina reformulada para enero subió 6 centavos, o 2.59%, a 2.3778 dólares el galón.
Un ducto cerrado en Nigeria en medio de una mayor actividad de milicianos y tensiones en la península coreana también ayudaban a dar soporte al crudo.
La nieve y las bajas temperaturas interrumpieron las actividades en el norte de Europa por tercer día consecutivo el lunes, dejando varados a los viajeros, afectando el tránsito vehicular y provocando el cierre de escuelas.
Las temperaturas en el noreste de Estados Unidos, la mayor región consumidora de combustible para calefacción estaría casi por debajo de lo normal esta semana.
En las cercanías del término del año, se mantenía la cautela de los inversionistas sobre los problemas de deuda en la zona euro.
El índice dólar se fortalecía y el euro bajaba luego de que la clasificadora de riesgo Good's dijo que podría rebajar la calificación de algunos bancos españoles.
Una moneda estadounidense más fuerte puede presionar a los precios del petróleo debido a que se vuelve más caro para los tenedores de otras divisas.
"El impulso económico está creciendo a medida que nos acercamos a fin de año, según los reportes que hemos visto hasta el momento", dijo Phil Wynn, analista de Prognes Resecar.
"El dólar está fuerte por continuas preocupaciones sobre los problemas fiscales de la zona euro y eso está limitando cualquier ganancia conseguida por los precios del petróleo", agregó.
Un sondeo mensual de Reuters sobre los precios del crudo mostró un aumento en las estimaciones para el 2011. Analistas esperan que los valores del petróleo promedien 86 dólares por barril el próximo año, casi 3 dólares más que lo proyectado en la encuesta del mes anterior.
Los inversionistas estarán atentos a los reportes semanales de inventarios petroleros para ver si las existencias de gasolina en Estados Unidos muestran signos de que el suministro está siendo llevado a estanques de minoristas en anticipo de un aumento en la demanda por viajes navideños.
Los datos de inventarios de crudo en Estados Unidos del Instituto Americano del Petróleo (API) y el informe del Gobierno serán divulgados esta semana.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Cerrada la Cumbre de Cancún: "Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante". (informador)
CANCÚN, QUINTANA ROO (12/DIC/2010).- Los gobiernos del mundo enfrentarán una nueva batalla en Sudáfrica en el 2011 entre las naciones ricas y las pobres sobre poner freno al cambio climático, alentados por un ligero avance en la Cumbre de Cancún, aunque sin esperanzas reales de un nuevo tratado en los próximos años.
En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.
La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.
"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.
Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.
La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.
Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.
Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.
Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.
Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.
En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.
La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.
"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.
Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.
La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.
Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.
Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.
Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.
Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.
Cerrada la Cumbre de Cancún: "Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante". (informador)
CANCÚN, QUINTANA ROO (12/DIC/2010).- Los gobiernos del mundo enfrentarán una nueva batalla en Sudáfrica en el 2011 entre las naciones ricas y las pobres sobre poner freno al cambio climático, alentados por un ligero avance en la Cumbre de Cancún, aunque sin esperanzas reales de un nuevo tratado en los próximos años.
En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.
La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.
"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.
Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.
La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.
Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.
Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.
Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.
Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.
En el 2011, los gobiernos intentarán elaborar sobre lo acordado en México para crear un Fondo Verde por el Clima que ayude a canalizar los 100 mil millones de dólares en ayuda para el clima al año a partir del 2020, junto con nuevos sistemas para proteger las selvas tropicales y compartir tecnologías limpias.
La reunión de dos semanas en el balneario del Caribe mexicano que finalizó el sábado mostró una creencia más amplia que nunca de que un acuerdo legalmente vinculante está muy lejos, en parte debido a la oposición de China y Estados Unidos, los dos principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero.
"Aún tenemos un viaje largo y complejo por delante", dijo Connie Hedegaard, comisaria para el Clima de la Unión Europea, sobre las esperanzas de un acuerdo global legalmente vinculante.
Cancún rechazó los llamados de pequeñas islas estados, que temen que serán borrados del mapa por los niveles cada vez más altos del mar, de establecer un plazo para un nuevo tratado cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de nuevo en Durban, Sudáfrica, en un año más.
La oposición en el Senado estadounidense a los llamados del presidente Barack Obama de legislar una reducción de las emisiones del país hace difícil imaginar un nuevo tratado de la ONU en los próximos años, ya que se necesitan 67 de los 100 votos en la Cámara alta para aprobar la iniciativa.
Durban probablemente será el campo de batalla entre naciones desarrolladas y emergentes sobre cómo extender o reemplazar el Protocolo de Kioto de la ONU, que obliga a casi 40 países industrializados a reducir las emisiones hasta el 31 de diciembre del 2012.
Cancún logró un escaso progreso en resolver las diferencias sobre el Protocolo de Kioto, los recortes de largo plazo de gases de efecto invernadero o las maneras de reforzar los fragmentados mercados de bonos de carbono, que buscan modificar billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles.
Todas las partes acordaron que un objetivo principal en México era reencaminar las negociaciones de las 190 naciones luego de que la cumbre de la ONU en Copenhague del 2009 no lograra un tratado y sólo alcanzara un acuerdo no vinculante entre 140 países.
Muchas de las medidas adoptadas en Cancún, como limitar un alza en las temperaturas mundiales a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial o la meta de 100 mil millones de dólares en ayuda a partir del 2020, estaban en el Acuerdo de Copenhague del año pasado.
martes, 7 de diciembre de 2010
Informe del PNUMA: Glaciares en riesgo. (Diciembre 2010 - UNEP)
Los glaciares del sur de Sudamérica y Alaska se están derritiendo más rápido que los de Europa.
Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios
Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.
El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.
En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.
Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.
Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.
Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.
"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".
Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios
Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.
El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.
En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.
Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.
Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.
Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.
"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".
Informe del PNUMA: Glaciares en riesgo. (Diciembre 2010 - UNEP)
Los glaciares del sur de Sudamérica y Alaska se están derritiendo más rápido que los de Europa.
Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios
Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.
El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.
En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.
Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.
Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.
Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.
"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".
Los científicos advierten que muchos de los que están a baja altura vitales para las comunidades de tierras secas pueden desaparecer en los próximos decenios
Cancún/ Nairobi, 7 diciembre 2010. Los glaciares de la Patagonia que cubren parte de Argentina y Chile, seguido de los de Alaska y sus cordilleras costeras han ido en general perdiendo masa más rápido y desde hace más tiempo que los glaciares en otras partes del mundo.
Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en colaboración con científicos de todo el mundo incluidos los del Instituto Polar Noruego y Norut Alta.
El tercero más rápido en pérdida es uno de los glaciares en el noroeste de Estados Unidos y el Suroeste de Canadá seguido por los de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.
En general los glaciares de Europa han estado aumentando su masa desde mediados de la década de 1970, pero esta tendencia cambió en torno al año 2000.
Si bien la tendencia general decrece, los niveles más altos de precipitaciones en algunos lugares han aumentado la masa y en algunos casos el tamaño de los glaciares en particular en el oeste de Noruega, al sur de Nueva Zelanda y algunas partes de Tierra de Fuego en Sudamérica.
Algunas cadenas montañosas están experimentando aparentemente efectos contradictorios. En áreas más pequeñas de la cadena del Karakorum, en Asia, por ejemplo, los glaciares han ido avanzando incluso hasta zonas que habían estado libres de hielo desde hacía unos 50 años.
Mientras tanto, en zonas del norte del Karakorum y la mayoría de Tíbet, Tian Shan y el Himalaya, los glaciares están de hecho retrocediendo - y algunos rápidamente.
"La suma de conocimientos nos muestra una tendencia general clara de que el derretimiento de glaciares está ligada al calentamiento climático y quizás a otros impactos, como el del depósito de hollín que reduce el reflejo del calor al espacio", dice el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del PNUMA Achim Steiner. "Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad".
lunes, 6 de diciembre de 2010
En Cancún: Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando” (DW - Cristina Papaleo))
Luego de que los diversos grupos de trabajo se reunieran en la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún a puertas cerradas la semana pasada y elaboraran sus propuestas, este martes, 7 de diciembre, se espera que, con las negociaciones a alto nivel, la cumbre de Naciones Unidas para combatir el cambio climático entre en su fase decisiva.
Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.
Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.
El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.
Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.
El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.
Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”
Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.
Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.
Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.
Autora: Cristina Papaleo / dpa.
Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.
Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.
El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.
Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.
El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.
Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”
Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.
Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.
Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.
Autora: Cristina Papaleo / dpa.
En Cancún: Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando” (DW - Cristina Papaleo))
Luego de que los diversos grupos de trabajo se reunieran en la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún a puertas cerradas la semana pasada y elaboraran sus propuestas, este martes, 7 de diciembre, se espera que, con las negociaciones a alto nivel, la cumbre de Naciones Unidas para combatir el cambio climático entre en su fase decisiva.
Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.
Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.
El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.
Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.
El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.
Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”
Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.
Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.
Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.
Autora: Cristina Papaleo / dpa.
Un posible obstáculo para llegar a un acuerdo son las opiniones divergentes en torno al futuro del Protocolo de Kyoto, que caduca en 2012. Con el antecedente del fracaso de la cumbre climática de 2009 en Copenhague, no se espera que surja un tratado vinculante de esta cumbre en Cancún, sino acuerdos específicos para avanzar en la protección del clima.
Algunos países como EE. UU., Japón, Rusia y Canadá estarían a favor de la anulación del Protocolo de Kyoto, el único acuerdo vinculante para las medidas contra el cambio climático, para remplazarlo por uno nuevo que comprometa a los grandes países emergentes, como China e India. Por su lado, los países emergentes interpretan esto como una evasión de responsabilidades por parte de los países ricos.
El Gobierno alemán estará representado por el ministro de Medioambiente, Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quien se muestra optimista en cuanto a que en Cancún “se pueda avanzar paso a paso en temas específicos que conformarán un nuevo acuerdo global de protección climática”, pero “no espera un éxito total”, según dijo a la emisora Deutschland Funk.
Esto significa que el resultado de esta cumbre climática en Cancún, según el ministro alemán de Medioambiente, se basará en responder a cuatro cuestiones esenciales: a las medidas para detener la deforestación a nivel internacional, a la cooperación tecnológica de los países ricos con los países emergentes, y a la transparencia a la hora de formular exigencias para reducir emisiones de dióxido de carbono. “Se debe asegurar que, cuando se habla de reducir una tonelada de CO2 en un país emergente, signifique lo mismo que cuando hablamos de reducir la misma cantidad en Alemania”, dijo el ministro alemán de Medioambiente. “Debemos lograr que los grandes emisores de CO2 estén con nosotros en el mismo barco”, agregó Röttgen, refiriéndose a EE. UU. y China. El objetivo es una reducción global de emisiones para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados en relación con la temperatura del planeta en la etapa previa a la industrialización.
El éxito de las negociaciones en Cancún depende, según el ministro alemán de Medioambiente, de si se logran establecer compromisos individuales que sean vinculantes. Uno de ellos sería fijar una reducción de las emisiones en toda la Unión Europea en un 30 por ciento, elevando así el 20 por ciento actual acordado. Alemania se había fijado una reducción de emisiones del 40 por ciento.
Negociaciones, “decisivas para seguir avanzando”
Para el director del Programa de Naciones Unidas, Achim Steiner, “Cancún no es seguramente la cumbre de la cual resultará un nuevo tratado de protección del clima” Pero, añadió, “el éxito de las tratativas es condición esencial para que se continúe avanzando en política climática”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Protección al Medioambiente (NABU), Olaf Tschimpke, dijo que “sería catastrófico si en 2012 no se contara ya con normas internacionales para limitar las emisiones de gases invernadero. Por eso, las negociaciones en el marco del Protocolo de Kyoto son decisivas, ya que son los únicos instrumentos jurídicamente vinculantes a disposición para seguir desarrollando políticas globales de protección climática”.
Según estudios, las catástrofes climáticas podrían tener como saldo la muerte de
casi un millón de personas por año hasta 2030, produciendo daños por una suma de más de 150 mil millones de dólares. A pesar de que la XVI Conferencia sobre Cambio Climático en Cancún, que culmina este viernes 10 de diciembre, no producirá un nuevo acuerdo vinculante sobre protección del medioambiente, cada paso dado en esa dirección es de vital importancia.
Así lo ve el presidente de la organización German Watch, Christoph Bals. De acuerdo con Bals, en Cancún “se está dando un cambio fundamental de estrategia”, según sus declaraciones a Deutschland Radio. Según Bals, luego de que EE. UU. se aislara en las negociaciones para el cambio climático, se está produciendo un cambio paradigmático que es necesario reordenar. “Se trata de esclarecer las obligaciones de los Estados y de controlar que cumplan con los compromisos establecidos”, dijo Bals. “Si existe voluntad política, el ministro Röttgen y sus colegas pueden lograr dar un importante paso adelante”, subrayó. Para el presidente de German Watch, lo importante es que, en las negociaciones a alto nivel se logre responder a las cuestiones básicas antes citadas creando medidas concretas y comenzar con su puesta en práctica en enero de 2011.
Autora: Cristina Papaleo / dpa.
viernes, 3 de diciembre de 2010
David Cameron - Cumbre de Cancún (Excelsior)
Durante los últimos 12 meses hemos visto la devastación que el cambio climático puede causar —inundaciones en Pakistán, incendios forestales en Rusia, deslizamientos en China—. Pese a eso, durante los mismos 12 meses hemos visto un creciente desaliento sobre los esfuerzos internacionales para proteger nuestro planeta. Copenhague fue una desilusión para todo el que cuida del medio ambiente. Pese a que se dieron algunos pasos importantes, simplemente no hubo suficiente progreso. Pero hoy, mientras el mundo mira a Cancún, quiero decir que todo aquel que se preocupa por el cambio climático debería entusiasmarse porque creo que hay tres buenas razones para tener esperanza en el futuro.
La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.
La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.
Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.
Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.
Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.
La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.
La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.
Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.
Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.
Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.
David Cameron - Cumbre de Cancún (Excelsior)
Durante los últimos 12 meses hemos visto la devastación que el cambio climático puede causar —inundaciones en Pakistán, incendios forestales en Rusia, deslizamientos en China—. Pese a eso, durante los mismos 12 meses hemos visto un creciente desaliento sobre los esfuerzos internacionales para proteger nuestro planeta. Copenhague fue una desilusión para todo el que cuida del medio ambiente. Pese a que se dieron algunos pasos importantes, simplemente no hubo suficiente progreso. Pero hoy, mientras el mundo mira a Cancún, quiero decir que todo aquel que se preocupa por el cambio climático debería entusiasmarse porque creo que hay tres buenas razones para tener esperanza en el futuro.
La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.
La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.
Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.
Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.
Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.
La primera es que la acción multilateral está lejos de morir. Los ministros británicos van a México esta semana con un enfoque que es a la vez realista y optimista. Realista porque sabemos que no se logrará un acuerdo global en Cancún, pero también optimista porque vemos que será un escaño fundamental para un acuerdo futuro. El impulso para la acción está con nosotros. El año pasado, todas las economías más fuertes, incluyendo Estados Unidos y China, propusieron por primera vez en forma conjunta acciones para limitar sus emisiones. Este año se trata de construir sobre esos resultados y acercarnos a un acuerdo global manteniendo el impulso hacia la siguiente cumbre en Sudáfrica al año que viene y hacia el futuro. Es vital que demostremos que se están logrando avances y que la responsabilidad recae en todos nosotros para que pongamos el hombro a la rueda y empujemos las cosas hacia adelante. Ir paso a paso puede ser frustrante, pero el consuelo es que vamos claramente en la dirección correcta.
La segunda razón para este entusiasmo es que existe un gran potencial para hacer un caso económico para la lucha contra el cambio climático que está todavía fuera de las estructuras. Tanto países desarrollados como en desarrollo tienen el potencial de lograr ganancias inmensas de una economía verde. Los mercados de bajo carbono ya valen alrededor de 3.2 trillones de libras esterlinas y se prevé que crecerán alrededor de 4% por año durante los siguientes cinco años. Creo firmemente que cambiando el argumento de la acción frente al cambio climático de un lenguaje de peligros y penalizaciones hacia un lenguaje positivo de obtención de réditos económicos, podremos tener un impacto más amplio. Es por eso que este gobierno ha creado una Iniciativa de Mercados de Capital Climático, para provocar una ola de nuevas inversiones verdes en las economías emergentes y hacer de la ciudad de Londres la capital mundial de inversión en el, rápidamente creciente, sector verde.
Eso me lleva a la tercera causa de esperanza. La habilidad de Gran Bretaña de realizar cambios directamente, inclusive fuera del progreso logrado en el proceso de toma de decisión multilateral. Sí, el cambio climático es una amenaza global, eso es cierto, el Reino Unido es solamente responsable de menos de 2% de las emisiones globales, pero eso no significa que tengamos que esperar hasta obtener un tratado global para hacer diferencia. Para empezar, hay mucho que podemos hacer en forma bilateral, tanto a través del gobierno como también a través de las empresas. A principios de este mes, el Reino Unido y China acordaron trabajar en forma conjunta para realizar iniciativas piloto de bajo carbono. El Grupo de Líderes de Empresas del Reino Unido e India ha publicado su primer reporte, lleno de ideas de programas conjuntos de investigación e intercambio de habilidades. Estamos proporcionando asistencia técnica a Indonesia para enfrentar la deforestación y dentro de la Unión Europea estamos direccionando el trabajo para promover la inversión en infraestructura de bajo carbono. De muchas maneras, ya estamos trabajando directamente con nuestros amigos para un buen efecto.
Nosotros también podemos promover cambios con acciones unilaterales, aplicando un ejemplo brillante en forma doméstica para que otros países lo sigan. Cuando esta coalición fue creada, dije que nuestra ambición era la de ser el gobierno más verde de la historia y no estamos desperdiciando tiempo tratando de lograrlo. En las siguientes semanas y meses estaremos llevando adelante algunos compromisos grandes incluyendo un nuevo Pacto Verde el cual dotará de aislamiento térmico a millones de hogares, el Banco de Inversión Verde para promover el crecimiento de bajo carbono y el financiamiento de 860 millones de libras esterlinas para una iniciativa de calefacción proveniente de energías renovables. Esta iniciativa, por sí sola, hará una diferencia enorme en lo que respecta a nuestro medio ambiente y a nuestra economía. Incrementará en más de diez veces el uso de energías renovables para la calefacción dentro de la siguiente década, reduciendo radicalmente las emisiones de carbón y creando miles de empleos. Otra forma con la que el Reino Unido puede hacer una diferencia es mediante nuestros programas y nuestro compromiso de garantizar esa ayuda, lo cual significa que seremos capaces de ayudar a los países más pobres en su lucha contra un clima cambiante y en el acceso a energía limpia.
Estas son razones verdaderas para la esperanza. La oportunidad para lograr avances hacia un acuerdo global de cambio climático. Una razón convincente para que países de todo el mundo se muevan hacia una economía de bajo carbono. Una oportunidad para que el Reino Unido haga una diferencia tanto a nivel doméstico como con un trabajo conjunto con economías grandes. Por todas estas razones, creo que podemos ser optimistas con respecto al futuro. En la última década hemos visto un mar de cambios en las actitudes del público hacia el cambio climático y un fortalecimiento de la voluntad política para lidiar con él, en la década que viene, estoy convencido que podremos hacer una verdadera diferencia.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Sesión inaugural - Cumbre de Cancún (APF)
El Protocolo de Kioto hizo un ingreso notable en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, en Cancún, con el rotundo rechazo de Japón a prolongar el tratado, otra sombra que se cierne sobre las actuales negociaciones en México.
En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.
"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.
En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.
El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.
Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.
"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.
Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.
El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.
"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.
De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".
Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.
"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.
"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.
¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.
El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".
"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.
Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.
Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".
"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".
En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.
"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.
En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.
El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.
Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.
"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.
Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.
El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.
"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.
De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".
Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.
"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.
"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.
¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.
El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".
"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.
Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.
Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".
"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".
Sesión inaugural - Cumbre de Cancún (APF)
El Protocolo de Kioto hizo un ingreso notable en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, en Cancún, con el rotundo rechazo de Japón a prolongar el tratado, otra sombra que se cierne sobre las actuales negociaciones en México.
En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.
"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.
En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.
El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.
Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.
"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.
Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.
El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.
"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.
De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".
Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.
"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.
"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.
¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.
El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".
"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.
Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.
Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".
"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".
En la sesión inaugural, Japón advirtió el lunes que no firmaría un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, cuya renovación antes de su vencimiento, en 2012, es exigida por naciones en desarrollo y considerada central para la consecución de un acuerdo en la cita que se desarrolla en Cancún hasta el 10 de diciembre.
"Resolver este problema es fundamental para lograr un resultado positivo en Cancún", afirmó a la prensa el jefe de la delegación brasileña, Luiz Alberto Figueiredo.
En tanto no se logre un acuerdo sustituto, los países del hemisferio sur defienden que se mantenga ese protocolo, hasta el momento el único instrumento legal que exige a los países industrializados --salvo a Estados Unidos, que nunca lo ratificó-- reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, considerados causante principal del calentamiento global.
El Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que entró en vigor en 2005, tiene como objetivo para 2012 la reducción de emisiones contaminantes en 5% con respecto a 1990.
Pero la cercanía de la fatídica fecha de vencimiento hace que la cuestión gane protagonismo en las negociaciones de Cancún.
"En este tema (la prolongación del Protocolo de Kioto) estamos viendo un desplazamiento del liderazgo. Los países en desarrollo están llevando la iniciativa", aseguró Figueiredo.
Las ambiciones de la conferencia mexicana son modestas, pero un fracaso equivaldría a firmar el acta de defunción del proceso de negociaciones en el marco de la ONU, iniciado hace 18 años.
El anuncio japonés no ayuda, "y muchos países están preocupados", dijo Figueiredo a la AFP.
"Naturalmente que estoy inquieto", dijo el negociador de Bangladesh, Quamrul Islam Chowdhury. Kioto y Cancún "están ligados", aseguró.
De su lado, la representante de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, en inglés), Dessima Williams, admitió: "No es una posición nueva de Japón, pero nunca la escuché formulada de manera tan contundente".
Esta toma de posición japonesa sorprendió por el tono empleado y la elección del momento, antes incluso de iniciarse las negociaciones.
"No tiene sentido lanzar un segundo periodo (de validez del acuerdo) en la medida en que el Protocolo de Kioto no cubre más que 27% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2)", explicó el miércoles a la prensa Hideki Minamikawa, uno de los negociadores japoneses.
"Esta posición fue claramente decidida en reunión ministerial presidida por el primer ministro", enfatizó.
¿Por qué atarse las manos cuando los dos mayores emisores de gases con efecto invernadero, China y Estados Unidos, no lo hacen?, se cuestionan en Japón, que sólo representa 3% de las emisiones contamientantes totales.
El único tratado válido, según Tokio, deberá integrar "a todos los principales emisores".
"Es una mala noticia. Alienta a los países como Rusia a hacer lo propio", consideró de su lado un negociador europeo.
Pese al tono de Tokio, que parece inapelable, algunos quieren creer que aún existe un margen de maniobra.
Para Dessima Williams, "aunque lo hayan dicho con fuerza, es una posición de partida".
"Hay que encontrar la forma de evitarla", añadió la delegada de los AOSIS, que sin embargo admitió estar llevándose por su "lado optimista".
domingo, 28 de noviembre de 2010
Cumbre de Cancún - Encuentro de transición
MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos e importantes personalidades en la lucha contra el cambio climático albergan pocas esperanzas de que la cumbre de Cancún que comienza mañana lunes desemboque en la firma de un acuerdo satisfactorio tras el fracaso del encuentro previo en Copenhague.
Pero frente a las exageradas expectativas del encuentro celebrado el pasado mes de diciembre en el país nórdico, muchos analistas anticipan que, gracias al bajo perfil del encuentro en la ciudad mexicana, es posible que exista el suficiente margen de maniobra para sentar las bases de un futuro tratado sobre la protección del medio ambiente, que por fin sustituya de manera efectiva al alcanzado en Kyoto.
"Cancún me deprime un poco", lamenta no obstante el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, uno de los más acérrimos proponentes de la lucha contra el cambio climático, un problema que, a su juicio, "no sólo no desaparece, sino que cada vez va a peor". En este sentido, los datos revelados ayer por la Organización Meteorológica Mundial son claros: los niveles de concentración en la atmósfera de los gases causantes del efecto invernadero han alcanzado su nivel más alto desde el inicio de la Revolución Industrial.
En 2010, una inusual ola de calor procedente del norte ha motivado que Rusia cancele sus exportaciones de grano. Se trata del segundo principal exportador del mundo, y esta decisión ha terminado elevando los precios de alimentos básicos como el pan en Asia Central. "No se trata sólo de un problema medioambiental", apunta el director de la consultora Kinesis, Nick Rowley. "Es un problema que afecta a nuestra capacidad para alimentar al mundo".
Por ello, Naciones Unidas espera que en la cumbre de Cancún se consiga, por lo menos, cierto impulso, porque "de lo contrario la gente va a perder la fe en el sistema", según considera el director del Panel de la ONU sobre Cambio Climático, Rajendra Prachauri.
CAMBIO DE PERSPECTIVA
Los participantes perciben a Cancún como un encuentro de transición entre Copenhague y el que se teme podría ser la reunión "definitiva" sobre cambio climático: Durban, concebida como la última oportunidad para entablar una estrategia común para la protección del medioambiente. Si fracasa la reunión de diciembre de 2011 en Sudáfrica, es posible que los países comiencen a desarrollar estrategias unilaterales, bilaterales como mucho, y sin ningún tipo de consenso internacional. Lo que tampoco tiene por qué ser del todo perjudicial, según los expertos.
El año pasado, por poner un ejemplo ejemplo, China comenzó a contemplar la posibilidad de desarrollar un marco legislativo propio en la lucha contra el cambio climático; y este año, Noruega ha prometido a Indonesia unos 1.000 millones de dólares a cambio de detener las emisiones contamientes producida por la tala de árboles en el país asiático.
Rowley entiende que este nuevo modelo podría convivir perfectamente con una estrategia interacional común. "Estas acciones bilaterales podrían servir de información sobre cómo calibrar y diseñar una respuesta global adecuada", indicó a la cadena australiana ABC News. "Así es como lo veo yo. No es una cosa u otra. Pueden ser ambas".
No obstante, hay expertos que defienden una estrategia colectiva como única solución viable. "Necesitamos un proceso multilateral para establecer reglas comunes a la hora de informar sobre las emisiones de gases contaminantes, porque de lo contrario habrá países que tomarán las decisiones equivocadas", opinó el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare.
"Necesitamos un sistema multilateral. Es la única forma de contar con la ambición necesaria para reducir las emisiones a la velocidad suficiente", opinó. Hare, además, se teme que el fracaso de Cancún pueda desembocar en la "desintegración" definitiva de las conversaciones. "Es una posibilidad", reconoce. "Las razones son complicadas, pero desde mi punto de vista, se trata de un conflicto entre Estados Unidos y China".
EEUU-CHINA
Es la misma cuestión que lleva años sobre la mesa. China y el resto de economías emergentes sólo asumirán el coste de reducción de emisiones si ven que Estados Unidos lo hace primero. Ambos gigantes volvieron a colisionar el mes pasado en Tianjin: Pekín responsabilizó a Washington de incumplir sus responsabilidades mientras los estadounidenses criticaban la negativa del país asiático a permitir que su producción de carbón fuera supervisada por observadores internacionales independentes.
De igual modo, China y el resto de países "básicos" (India, Sudáfrica, Brasil) exigen objetivos legalmente vinculantes que Estados Unidos no está dispuesto admitir. No obstante, se ha logrado reducir estos objetivos a seis aspectos fundamentales para facilitar las negociaciones: estrategia común, adaptación, economía climática, transferencia tecnológica, la reducción de las emisiones procedentes de la deforestación y de la degradación, y objetivos en la reducción de emisiones más allá de 2012.
MAR DE CAMBIOS
Pero a pesar del pesimisimo reinante, el enviado especial del Banco Mundial para el cambio climático, Andrew Steer, percibe un "mar de cambios" en el comportamiento de los países en desarrollo sobre la importancia de reducir el calentamiento global a través de un cambio en su políticas energéticas.
Steer recuerda que en 1990 sólo un 10 por ciento de las naciones en desarrollo consideraban el cambio climático como un pilar básico de desarrollo. En los últimos dos años, esta cifra ha aumentado al 80 por ciento.
Además, ONG como WWF han emitido informes de alabanzas sobre la predisposición de países como China, India, Sudáfrica y Brasil a la hora de combatir el calentamiento global. Es posible que estas políticas cristalicen en Durban, el próximo mes de ediciembre, para poner estos compromisos definitivamente por escrito.
Expertos e importantes personalidades en la lucha contra el cambio climático albergan pocas esperanzas de que la cumbre de Cancún que comienza mañana lunes desemboque en la firma de un acuerdo satisfactorio tras el fracaso del encuentro previo en Copenhague.
Pero frente a las exageradas expectativas del encuentro celebrado el pasado mes de diciembre en el país nórdico, muchos analistas anticipan que, gracias al bajo perfil del encuentro en la ciudad mexicana, es posible que exista el suficiente margen de maniobra para sentar las bases de un futuro tratado sobre la protección del medio ambiente, que por fin sustituya de manera efectiva al alcanzado en Kyoto.
"Cancún me deprime un poco", lamenta no obstante el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, uno de los más acérrimos proponentes de la lucha contra el cambio climático, un problema que, a su juicio, "no sólo no desaparece, sino que cada vez va a peor". En este sentido, los datos revelados ayer por la Organización Meteorológica Mundial son claros: los niveles de concentración en la atmósfera de los gases causantes del efecto invernadero han alcanzado su nivel más alto desde el inicio de la Revolución Industrial.
En 2010, una inusual ola de calor procedente del norte ha motivado que Rusia cancele sus exportaciones de grano. Se trata del segundo principal exportador del mundo, y esta decisión ha terminado elevando los precios de alimentos básicos como el pan en Asia Central. "No se trata sólo de un problema medioambiental", apunta el director de la consultora Kinesis, Nick Rowley. "Es un problema que afecta a nuestra capacidad para alimentar al mundo".
Por ello, Naciones Unidas espera que en la cumbre de Cancún se consiga, por lo menos, cierto impulso, porque "de lo contrario la gente va a perder la fe en el sistema", según considera el director del Panel de la ONU sobre Cambio Climático, Rajendra Prachauri.
CAMBIO DE PERSPECTIVA
Los participantes perciben a Cancún como un encuentro de transición entre Copenhague y el que se teme podría ser la reunión "definitiva" sobre cambio climático: Durban, concebida como la última oportunidad para entablar una estrategia común para la protección del medioambiente. Si fracasa la reunión de diciembre de 2011 en Sudáfrica, es posible que los países comiencen a desarrollar estrategias unilaterales, bilaterales como mucho, y sin ningún tipo de consenso internacional. Lo que tampoco tiene por qué ser del todo perjudicial, según los expertos.
El año pasado, por poner un ejemplo ejemplo, China comenzó a contemplar la posibilidad de desarrollar un marco legislativo propio en la lucha contra el cambio climático; y este año, Noruega ha prometido a Indonesia unos 1.000 millones de dólares a cambio de detener las emisiones contamientes producida por la tala de árboles en el país asiático.
Rowley entiende que este nuevo modelo podría convivir perfectamente con una estrategia interacional común. "Estas acciones bilaterales podrían servir de información sobre cómo calibrar y diseñar una respuesta global adecuada", indicó a la cadena australiana ABC News. "Así es como lo veo yo. No es una cosa u otra. Pueden ser ambas".
No obstante, hay expertos que defienden una estrategia colectiva como única solución viable. "Necesitamos un proceso multilateral para establecer reglas comunes a la hora de informar sobre las emisiones de gases contaminantes, porque de lo contrario habrá países que tomarán las decisiones equivocadas", opinó el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare.
"Necesitamos un sistema multilateral. Es la única forma de contar con la ambición necesaria para reducir las emisiones a la velocidad suficiente", opinó. Hare, además, se teme que el fracaso de Cancún pueda desembocar en la "desintegración" definitiva de las conversaciones. "Es una posibilidad", reconoce. "Las razones son complicadas, pero desde mi punto de vista, se trata de un conflicto entre Estados Unidos y China".
EEUU-CHINA
Es la misma cuestión que lleva años sobre la mesa. China y el resto de economías emergentes sólo asumirán el coste de reducción de emisiones si ven que Estados Unidos lo hace primero. Ambos gigantes volvieron a colisionar el mes pasado en Tianjin: Pekín responsabilizó a Washington de incumplir sus responsabilidades mientras los estadounidenses criticaban la negativa del país asiático a permitir que su producción de carbón fuera supervisada por observadores internacionales independentes.
De igual modo, China y el resto de países "básicos" (India, Sudáfrica, Brasil) exigen objetivos legalmente vinculantes que Estados Unidos no está dispuesto admitir. No obstante, se ha logrado reducir estos objetivos a seis aspectos fundamentales para facilitar las negociaciones: estrategia común, adaptación, economía climática, transferencia tecnológica, la reducción de las emisiones procedentes de la deforestación y de la degradación, y objetivos en la reducción de emisiones más allá de 2012.
MAR DE CAMBIOS
Pero a pesar del pesimisimo reinante, el enviado especial del Banco Mundial para el cambio climático, Andrew Steer, percibe un "mar de cambios" en el comportamiento de los países en desarrollo sobre la importancia de reducir el calentamiento global a través de un cambio en su políticas energéticas.
Steer recuerda que en 1990 sólo un 10 por ciento de las naciones en desarrollo consideraban el cambio climático como un pilar básico de desarrollo. En los últimos dos años, esta cifra ha aumentado al 80 por ciento.
Además, ONG como WWF han emitido informes de alabanzas sobre la predisposición de países como China, India, Sudáfrica y Brasil a la hora de combatir el calentamiento global. Es posible que estas políticas cristalicen en Durban, el próximo mes de ediciembre, para poner estos compromisos definitivamente por escrito.
Cumbre de Cancún - Encuentro de transición
MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos e importantes personalidades en la lucha contra el cambio climático albergan pocas esperanzas de que la cumbre de Cancún que comienza mañana lunes desemboque en la firma de un acuerdo satisfactorio tras el fracaso del encuentro previo en Copenhague.
Pero frente a las exageradas expectativas del encuentro celebrado el pasado mes de diciembre en el país nórdico, muchos analistas anticipan que, gracias al bajo perfil del encuentro en la ciudad mexicana, es posible que exista el suficiente margen de maniobra para sentar las bases de un futuro tratado sobre la protección del medio ambiente, que por fin sustituya de manera efectiva al alcanzado en Kyoto.
"Cancún me deprime un poco", lamenta no obstante el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, uno de los más acérrimos proponentes de la lucha contra el cambio climático, un problema que, a su juicio, "no sólo no desaparece, sino que cada vez va a peor". En este sentido, los datos revelados ayer por la Organización Meteorológica Mundial son claros: los niveles de concentración en la atmósfera de los gases causantes del efecto invernadero han alcanzado su nivel más alto desde el inicio de la Revolución Industrial.
En 2010, una inusual ola de calor procedente del norte ha motivado que Rusia cancele sus exportaciones de grano. Se trata del segundo principal exportador del mundo, y esta decisión ha terminado elevando los precios de alimentos básicos como el pan en Asia Central. "No se trata sólo de un problema medioambiental", apunta el director de la consultora Kinesis, Nick Rowley. "Es un problema que afecta a nuestra capacidad para alimentar al mundo".
Por ello, Naciones Unidas espera que en la cumbre de Cancún se consiga, por lo menos, cierto impulso, porque "de lo contrario la gente va a perder la fe en el sistema", según considera el director del Panel de la ONU sobre Cambio Climático, Rajendra Prachauri.
CAMBIO DE PERSPECTIVA
Los participantes perciben a Cancún como un encuentro de transición entre Copenhague y el que se teme podría ser la reunión "definitiva" sobre cambio climático: Durban, concebida como la última oportunidad para entablar una estrategia común para la protección del medioambiente. Si fracasa la reunión de diciembre de 2011 en Sudáfrica, es posible que los países comiencen a desarrollar estrategias unilaterales, bilaterales como mucho, y sin ningún tipo de consenso internacional. Lo que tampoco tiene por qué ser del todo perjudicial, según los expertos.
El año pasado, por poner un ejemplo ejemplo, China comenzó a contemplar la posibilidad de desarrollar un marco legislativo propio en la lucha contra el cambio climático; y este año, Noruega ha prometido a Indonesia unos 1.000 millones de dólares a cambio de detener las emisiones contamientes producida por la tala de árboles en el país asiático.
Rowley entiende que este nuevo modelo podría convivir perfectamente con una estrategia interacional común. "Estas acciones bilaterales podrían servir de información sobre cómo calibrar y diseñar una respuesta global adecuada", indicó a la cadena australiana ABC News. "Así es como lo veo yo. No es una cosa u otra. Pueden ser ambas".
No obstante, hay expertos que defienden una estrategia colectiva como única solución viable. "Necesitamos un proceso multilateral para establecer reglas comunes a la hora de informar sobre las emisiones de gases contaminantes, porque de lo contrario habrá países que tomarán las decisiones equivocadas", opinó el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare.
"Necesitamos un sistema multilateral. Es la única forma de contar con la ambición necesaria para reducir las emisiones a la velocidad suficiente", opinó. Hare, además, se teme que el fracaso de Cancún pueda desembocar en la "desintegración" definitiva de las conversaciones. "Es una posibilidad", reconoce. "Las razones son complicadas, pero desde mi punto de vista, se trata de un conflicto entre Estados Unidos y China".
EEUU-CHINA
Es la misma cuestión que lleva años sobre la mesa. China y el resto de economías emergentes sólo asumirán el coste de reducción de emisiones si ven que Estados Unidos lo hace primero. Ambos gigantes volvieron a colisionar el mes pasado en Tianjin: Pekín responsabilizó a Washington de incumplir sus responsabilidades mientras los estadounidenses criticaban la negativa del país asiático a permitir que su producción de carbón fuera supervisada por observadores internacionales independentes.
De igual modo, China y el resto de países "básicos" (India, Sudáfrica, Brasil) exigen objetivos legalmente vinculantes que Estados Unidos no está dispuesto admitir. No obstante, se ha logrado reducir estos objetivos a seis aspectos fundamentales para facilitar las negociaciones: estrategia común, adaptación, economía climática, transferencia tecnológica, la reducción de las emisiones procedentes de la deforestación y de la degradación, y objetivos en la reducción de emisiones más allá de 2012.
MAR DE CAMBIOS
Pero a pesar del pesimisimo reinante, el enviado especial del Banco Mundial para el cambio climático, Andrew Steer, percibe un "mar de cambios" en el comportamiento de los países en desarrollo sobre la importancia de reducir el calentamiento global a través de un cambio en su políticas energéticas.
Steer recuerda que en 1990 sólo un 10 por ciento de las naciones en desarrollo consideraban el cambio climático como un pilar básico de desarrollo. En los últimos dos años, esta cifra ha aumentado al 80 por ciento.
Además, ONG como WWF han emitido informes de alabanzas sobre la predisposición de países como China, India, Sudáfrica y Brasil a la hora de combatir el calentamiento global. Es posible que estas políticas cristalicen en Durban, el próximo mes de ediciembre, para poner estos compromisos definitivamente por escrito.
Expertos e importantes personalidades en la lucha contra el cambio climático albergan pocas esperanzas de que la cumbre de Cancún que comienza mañana lunes desemboque en la firma de un acuerdo satisfactorio tras el fracaso del encuentro previo en Copenhague.
Pero frente a las exageradas expectativas del encuentro celebrado el pasado mes de diciembre en el país nórdico, muchos analistas anticipan que, gracias al bajo perfil del encuentro en la ciudad mexicana, es posible que exista el suficiente margen de maniobra para sentar las bases de un futuro tratado sobre la protección del medio ambiente, que por fin sustituya de manera efectiva al alcanzado en Kyoto.
"Cancún me deprime un poco", lamenta no obstante el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, uno de los más acérrimos proponentes de la lucha contra el cambio climático, un problema que, a su juicio, "no sólo no desaparece, sino que cada vez va a peor". En este sentido, los datos revelados ayer por la Organización Meteorológica Mundial son claros: los niveles de concentración en la atmósfera de los gases causantes del efecto invernadero han alcanzado su nivel más alto desde el inicio de la Revolución Industrial.
En 2010, una inusual ola de calor procedente del norte ha motivado que Rusia cancele sus exportaciones de grano. Se trata del segundo principal exportador del mundo, y esta decisión ha terminado elevando los precios de alimentos básicos como el pan en Asia Central. "No se trata sólo de un problema medioambiental", apunta el director de la consultora Kinesis, Nick Rowley. "Es un problema que afecta a nuestra capacidad para alimentar al mundo".
Por ello, Naciones Unidas espera que en la cumbre de Cancún se consiga, por lo menos, cierto impulso, porque "de lo contrario la gente va a perder la fe en el sistema", según considera el director del Panel de la ONU sobre Cambio Climático, Rajendra Prachauri.
CAMBIO DE PERSPECTIVA
Los participantes perciben a Cancún como un encuentro de transición entre Copenhague y el que se teme podría ser la reunión "definitiva" sobre cambio climático: Durban, concebida como la última oportunidad para entablar una estrategia común para la protección del medioambiente. Si fracasa la reunión de diciembre de 2011 en Sudáfrica, es posible que los países comiencen a desarrollar estrategias unilaterales, bilaterales como mucho, y sin ningún tipo de consenso internacional. Lo que tampoco tiene por qué ser del todo perjudicial, según los expertos.
El año pasado, por poner un ejemplo ejemplo, China comenzó a contemplar la posibilidad de desarrollar un marco legislativo propio en la lucha contra el cambio climático; y este año, Noruega ha prometido a Indonesia unos 1.000 millones de dólares a cambio de detener las emisiones contamientes producida por la tala de árboles en el país asiático.
Rowley entiende que este nuevo modelo podría convivir perfectamente con una estrategia interacional común. "Estas acciones bilaterales podrían servir de información sobre cómo calibrar y diseñar una respuesta global adecuada", indicó a la cadena australiana ABC News. "Así es como lo veo yo. No es una cosa u otra. Pueden ser ambas".
No obstante, hay expertos que defienden una estrategia colectiva como única solución viable. "Necesitamos un proceso multilateral para establecer reglas comunes a la hora de informar sobre las emisiones de gases contaminantes, porque de lo contrario habrá países que tomarán las decisiones equivocadas", opinó el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare.
"Necesitamos un sistema multilateral. Es la única forma de contar con la ambición necesaria para reducir las emisiones a la velocidad suficiente", opinó. Hare, además, se teme que el fracaso de Cancún pueda desembocar en la "desintegración" definitiva de las conversaciones. "Es una posibilidad", reconoce. "Las razones son complicadas, pero desde mi punto de vista, se trata de un conflicto entre Estados Unidos y China".
EEUU-CHINA
Es la misma cuestión que lleva años sobre la mesa. China y el resto de economías emergentes sólo asumirán el coste de reducción de emisiones si ven que Estados Unidos lo hace primero. Ambos gigantes volvieron a colisionar el mes pasado en Tianjin: Pekín responsabilizó a Washington de incumplir sus responsabilidades mientras los estadounidenses criticaban la negativa del país asiático a permitir que su producción de carbón fuera supervisada por observadores internacionales independentes.
De igual modo, China y el resto de países "básicos" (India, Sudáfrica, Brasil) exigen objetivos legalmente vinculantes que Estados Unidos no está dispuesto admitir. No obstante, se ha logrado reducir estos objetivos a seis aspectos fundamentales para facilitar las negociaciones: estrategia común, adaptación, economía climática, transferencia tecnológica, la reducción de las emisiones procedentes de la deforestación y de la degradación, y objetivos en la reducción de emisiones más allá de 2012.
MAR DE CAMBIOS
Pero a pesar del pesimisimo reinante, el enviado especial del Banco Mundial para el cambio climático, Andrew Steer, percibe un "mar de cambios" en el comportamiento de los países en desarrollo sobre la importancia de reducir el calentamiento global a través de un cambio en su políticas energéticas.
Steer recuerda que en 1990 sólo un 10 por ciento de las naciones en desarrollo consideraban el cambio climático como un pilar básico de desarrollo. En los últimos dos años, esta cifra ha aumentado al 80 por ciento.
Además, ONG como WWF han emitido informes de alabanzas sobre la predisposición de países como China, India, Sudáfrica y Brasil a la hora de combatir el calentamiento global. Es posible que estas políticas cristalicen en Durban, el próximo mes de ediciembre, para poner estos compromisos definitivamente por escrito.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Cumbre de Cancún pedirá un mayor compromiso a los países desarrollados: en 2020, deberán reducir un 40% sus emisiones con respecto a 2005 (ABC)
China ha admitido que es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, algo que los científicos afirmaban desde hacía años.
El negociador jefe de China en las conversaciones internacionales sobre el cambio climático, Xie Zhenhua, ha explicado la postura de su gobierno con vistas a la cumbre de Cancún, que comienza la semana que viene: «Los países desarrollados son los que deben asumir mayor responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global y reducir, al menos, un 40 por ciento sus emisiones de 2020 con respecto a los niveles de 2005».
El enviado especial estadounidense para el cambio climático, Todd Stern, no se ha mostrado «ni optimista ni pesimista» sobre los resultados que podrían generarse tras el encuentro mexicano. «EE.UU. quiere avanzar en Cancún y tiene la determinación de hacer lo necesario para que eso ocurra. Pero sólo hay un camino hacia adelante, uno que se base en lo acordado en Copenhague. No vamos a retroceder y esperamos que otros países tengan el mismo enfoque», sentenció en rueda de prensa.
Menos energía entre 2011-15
En 2006-2007 China ya superaba a los Estados Unidos como el mayor emisor de gases de efecto invernadero, según las estimaciones de los expertos internacionales. Pekín, sin embargo, siempre se había mostrado evasivo.
«China está tomando medidas con la esperanza de alcanzar el pico (de emisiones) lo antes posible», ha explicado Xie.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, principal responsable de la planificación económica del gigante asiático, ha manifestado en su informe anual sobre el cambio climático que el país controlará de manera eficaz las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, recoge la agencia Xinhua.
El anuncio se produce días antes de que comience la reunión de Cancún, una estrategia muy similar a la del año pasado en Copenhague, cuando el ejecutivo chino hizo publico su plan para reducir entre un 40 y un 45 por ciento su intensidad de carbono.
En esta ocasión, las reducciones de consumo de energía y la intensidad de carbono (CO2 dividido por el PIB) serán objetivos vinculantes de China en el periodo 2011-2015.
Dióxido de carbono
En 2009 las emisiones de China de dióxido de carbono alcanzaron las 7.500 millones de toneladas, una subida del nueve por ciento con respecto al año anterior, el 24 por ciento de las emisiones mundiales, de acuerdo con BP.
El negociador jefe de China en las conversaciones internacionales sobre el cambio climático, Xie Zhenhua, ha explicado la postura de su gobierno con vistas a la cumbre de Cancún, que comienza la semana que viene: «Los países desarrollados son los que deben asumir mayor responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global y reducir, al menos, un 40 por ciento sus emisiones de 2020 con respecto a los niveles de 2005».
El enviado especial estadounidense para el cambio climático, Todd Stern, no se ha mostrado «ni optimista ni pesimista» sobre los resultados que podrían generarse tras el encuentro mexicano. «EE.UU. quiere avanzar en Cancún y tiene la determinación de hacer lo necesario para que eso ocurra. Pero sólo hay un camino hacia adelante, uno que se base en lo acordado en Copenhague. No vamos a retroceder y esperamos que otros países tengan el mismo enfoque», sentenció en rueda de prensa.
Menos energía entre 2011-15
En 2006-2007 China ya superaba a los Estados Unidos como el mayor emisor de gases de efecto invernadero, según las estimaciones de los expertos internacionales. Pekín, sin embargo, siempre se había mostrado evasivo.
«China está tomando medidas con la esperanza de alcanzar el pico (de emisiones) lo antes posible», ha explicado Xie.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, principal responsable de la planificación económica del gigante asiático, ha manifestado en su informe anual sobre el cambio climático que el país controlará de manera eficaz las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, recoge la agencia Xinhua.
El anuncio se produce días antes de que comience la reunión de Cancún, una estrategia muy similar a la del año pasado en Copenhague, cuando el ejecutivo chino hizo publico su plan para reducir entre un 40 y un 45 por ciento su intensidad de carbono.
En esta ocasión, las reducciones de consumo de energía y la intensidad de carbono (CO2 dividido por el PIB) serán objetivos vinculantes de China en el periodo 2011-2015.
Dióxido de carbono
En 2009 las emisiones de China de dióxido de carbono alcanzaron las 7.500 millones de toneladas, una subida del nueve por ciento con respecto al año anterior, el 24 por ciento de las emisiones mundiales, de acuerdo con BP.
Cumbre de Cancún pedirá un mayor compromiso a los países desarrollados: en 2020, deberán reducir un 40% sus emisiones con respecto a 2005 (ABC)
China ha admitido que es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, algo que los científicos afirmaban desde hacía años.
El negociador jefe de China en las conversaciones internacionales sobre el cambio climático, Xie Zhenhua, ha explicado la postura de su gobierno con vistas a la cumbre de Cancún, que comienza la semana que viene: «Los países desarrollados son los que deben asumir mayor responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global y reducir, al menos, un 40 por ciento sus emisiones de 2020 con respecto a los niveles de 2005».
El enviado especial estadounidense para el cambio climático, Todd Stern, no se ha mostrado «ni optimista ni pesimista» sobre los resultados que podrían generarse tras el encuentro mexicano. «EE.UU. quiere avanzar en Cancún y tiene la determinación de hacer lo necesario para que eso ocurra. Pero sólo hay un camino hacia adelante, uno que se base en lo acordado en Copenhague. No vamos a retroceder y esperamos que otros países tengan el mismo enfoque», sentenció en rueda de prensa.
Menos energía entre 2011-15
En 2006-2007 China ya superaba a los Estados Unidos como el mayor emisor de gases de efecto invernadero, según las estimaciones de los expertos internacionales. Pekín, sin embargo, siempre se había mostrado evasivo.
«China está tomando medidas con la esperanza de alcanzar el pico (de emisiones) lo antes posible», ha explicado Xie.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, principal responsable de la planificación económica del gigante asiático, ha manifestado en su informe anual sobre el cambio climático que el país controlará de manera eficaz las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, recoge la agencia Xinhua.
El anuncio se produce días antes de que comience la reunión de Cancún, una estrategia muy similar a la del año pasado en Copenhague, cuando el ejecutivo chino hizo publico su plan para reducir entre un 40 y un 45 por ciento su intensidad de carbono.
En esta ocasión, las reducciones de consumo de energía y la intensidad de carbono (CO2 dividido por el PIB) serán objetivos vinculantes de China en el periodo 2011-2015.
Dióxido de carbono
En 2009 las emisiones de China de dióxido de carbono alcanzaron las 7.500 millones de toneladas, una subida del nueve por ciento con respecto al año anterior, el 24 por ciento de las emisiones mundiales, de acuerdo con BP.
El negociador jefe de China en las conversaciones internacionales sobre el cambio climático, Xie Zhenhua, ha explicado la postura de su gobierno con vistas a la cumbre de Cancún, que comienza la semana que viene: «Los países desarrollados son los que deben asumir mayor responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global y reducir, al menos, un 40 por ciento sus emisiones de 2020 con respecto a los niveles de 2005».
El enviado especial estadounidense para el cambio climático, Todd Stern, no se ha mostrado «ni optimista ni pesimista» sobre los resultados que podrían generarse tras el encuentro mexicano. «EE.UU. quiere avanzar en Cancún y tiene la determinación de hacer lo necesario para que eso ocurra. Pero sólo hay un camino hacia adelante, uno que se base en lo acordado en Copenhague. No vamos a retroceder y esperamos que otros países tengan el mismo enfoque», sentenció en rueda de prensa.
Menos energía entre 2011-15
En 2006-2007 China ya superaba a los Estados Unidos como el mayor emisor de gases de efecto invernadero, según las estimaciones de los expertos internacionales. Pekín, sin embargo, siempre se había mostrado evasivo.
«China está tomando medidas con la esperanza de alcanzar el pico (de emisiones) lo antes posible», ha explicado Xie.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, principal responsable de la planificación económica del gigante asiático, ha manifestado en su informe anual sobre el cambio climático que el país controlará de manera eficaz las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, recoge la agencia Xinhua.
El anuncio se produce días antes de que comience la reunión de Cancún, una estrategia muy similar a la del año pasado en Copenhague, cuando el ejecutivo chino hizo publico su plan para reducir entre un 40 y un 45 por ciento su intensidad de carbono.
En esta ocasión, las reducciones de consumo de energía y la intensidad de carbono (CO2 dividido por el PIB) serán objetivos vinculantes de China en el periodo 2011-2015.
Dióxido de carbono
En 2009 las emisiones de China de dióxido de carbono alcanzaron las 7.500 millones de toneladas, una subida del nueve por ciento con respecto al año anterior, el 24 por ciento de las emisiones mundiales, de acuerdo con BP.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Energía solar por concentración Gemasolar (EFE)
La planta de energía solar por concentración Gemasolar permitirá la reducción de emisiones de CO2 en más de 30.000 toneladas al año y podrá producir energía hasta quince horas sin radiación solar para abastecer alrededor de 25.000 hogares.
La compañía Torresol Energy está construyendo la "primera planta comercial" con tecnología de receptor central de torre con sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas, que este mes ha terminado de montar los últimos heliostatos de los 2.650 que componen el campo solar, según ha informado la empresa en un comunicado.
El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, ha visitado esta tarde la central solar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), que cuenta con el apoyo de la Agencia Andaluza de la Energía, y que se encuentra en la última fase antes de su operación comercial que tendrá lugar en 2011.
Gemasolar incorporará un sistema de almacenamiento del calor en sales fundidas, capaz de alcanzar temperaturas superiores a quinientos grados centígrados, que permitirá extender el periodo de funcionamiento "normal" de estas centrales, y que supone un punto de partida dentro de la estrategia de reducción de costes en el sector de la energía termosolar.
La instalación, que ocupa 185 hectáreas, tendrá una producción anual equivalente a la de una planta de 50 MWe de tecnología cilindro-parabólica sin capacidad de almacenamiento, y la energía generada será enviada mediante una línea de alta tensión para su distribución, principalmente, en Andalucía.
El proyecto está respaldado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), y, además, la empresa ha establecido una red de colaboraciones para fomentar programas de innovación con empresas andaluzas y centros como la Plataforma Solar de Almería, las universidades de Almería, Cádiz o Granada, o la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla, entre otros.
La compañía Torresol Energy está construyendo la "primera planta comercial" con tecnología de receptor central de torre con sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas, que este mes ha terminado de montar los últimos heliostatos de los 2.650 que componen el campo solar, según ha informado la empresa en un comunicado.
El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, ha visitado esta tarde la central solar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), que cuenta con el apoyo de la Agencia Andaluza de la Energía, y que se encuentra en la última fase antes de su operación comercial que tendrá lugar en 2011.
Gemasolar incorporará un sistema de almacenamiento del calor en sales fundidas, capaz de alcanzar temperaturas superiores a quinientos grados centígrados, que permitirá extender el periodo de funcionamiento "normal" de estas centrales, y que supone un punto de partida dentro de la estrategia de reducción de costes en el sector de la energía termosolar.
La instalación, que ocupa 185 hectáreas, tendrá una producción anual equivalente a la de una planta de 50 MWe de tecnología cilindro-parabólica sin capacidad de almacenamiento, y la energía generada será enviada mediante una línea de alta tensión para su distribución, principalmente, en Andalucía.
El proyecto está respaldado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), y, además, la empresa ha establecido una red de colaboraciones para fomentar programas de innovación con empresas andaluzas y centros como la Plataforma Solar de Almería, las universidades de Almería, Cádiz o Granada, o la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla, entre otros.
Energía solar por concentración Gemasolar (EFE)
La planta de energía solar por concentración Gemasolar permitirá la reducción de emisiones de CO2 en más de 30.000 toneladas al año y podrá producir energía hasta quince horas sin radiación solar para abastecer alrededor de 25.000 hogares.
La compañía Torresol Energy está construyendo la "primera planta comercial" con tecnología de receptor central de torre con sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas, que este mes ha terminado de montar los últimos heliostatos de los 2.650 que componen el campo solar, según ha informado la empresa en un comunicado.
El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, ha visitado esta tarde la central solar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), que cuenta con el apoyo de la Agencia Andaluza de la Energía, y que se encuentra en la última fase antes de su operación comercial que tendrá lugar en 2011.
Gemasolar incorporará un sistema de almacenamiento del calor en sales fundidas, capaz de alcanzar temperaturas superiores a quinientos grados centígrados, que permitirá extender el periodo de funcionamiento "normal" de estas centrales, y que supone un punto de partida dentro de la estrategia de reducción de costes en el sector de la energía termosolar.
La instalación, que ocupa 185 hectáreas, tendrá una producción anual equivalente a la de una planta de 50 MWe de tecnología cilindro-parabólica sin capacidad de almacenamiento, y la energía generada será enviada mediante una línea de alta tensión para su distribución, principalmente, en Andalucía.
El proyecto está respaldado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), y, además, la empresa ha establecido una red de colaboraciones para fomentar programas de innovación con empresas andaluzas y centros como la Plataforma Solar de Almería, las universidades de Almería, Cádiz o Granada, o la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla, entre otros.
La compañía Torresol Energy está construyendo la "primera planta comercial" con tecnología de receptor central de torre con sistema de almacenamiento térmico en sales fundidas, que este mes ha terminado de montar los últimos heliostatos de los 2.650 que componen el campo solar, según ha informado la empresa en un comunicado.
El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, ha visitado esta tarde la central solar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), que cuenta con el apoyo de la Agencia Andaluza de la Energía, y que se encuentra en la última fase antes de su operación comercial que tendrá lugar en 2011.
Gemasolar incorporará un sistema de almacenamiento del calor en sales fundidas, capaz de alcanzar temperaturas superiores a quinientos grados centígrados, que permitirá extender el periodo de funcionamiento "normal" de estas centrales, y que supone un punto de partida dentro de la estrategia de reducción de costes en el sector de la energía termosolar.
La instalación, que ocupa 185 hectáreas, tendrá una producción anual equivalente a la de una planta de 50 MWe de tecnología cilindro-parabólica sin capacidad de almacenamiento, y la energía generada será enviada mediante una línea de alta tensión para su distribución, principalmente, en Andalucía.
El proyecto está respaldado por la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), y, además, la empresa ha establecido una red de colaboraciones para fomentar programas de innovación con empresas andaluzas y centros como la Plataforma Solar de Almería, las universidades de Almería, Cádiz o Granada, o la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla, entre otros.
viernes, 8 de octubre de 2010
Paneles solares en el desierto de California (notimex)
San Diego, 8 Oct.- El Departamento del Interior autorizó la instalación de 173 mil 500 paneles de espejos solares en una sección del desierto de California, cercana a Nevada, para generar electricidad a partir del año 2013.
La energía que se genere en esa zona ahora deshabitada equivaldrá a la electricidad que consumen diariamente cerca de 300 mil hogares estadunidenses, pero sin producir ningún tipo de contaminación, informó la firma Brightsource, responsable del proyecto.
Para la instalación de los espejos especiales, la empresa invertirá un préstamo de mil 370 millones de dólares del Departamento de Energía y empleará a por lo menos mil obreros, con vistas a que la planta de energía solar comience a operar en el año 2013.
El presidente estadunidense Barack Obama se refirió a ese proyecto en su mensaje del pasado sábado y afirmó que con obras como ésa en una zona remota del condado de San Bernardino, "Estados Unidos se encamina al liderazgo de la nueva economía mundial".
Dos de las tres corporaciones energéticas de California -Pacific Gas and Electric (PGE) y Edison- se repartirán la distribución de la electricidad que la planta genere partir de energía solar, según el proyecto aprobado este jueves.
Un plan estatal de California exige que a fines de este año el estado utilice 20 por ciento de la energía que consume de fuente renovables.
Para el 2020, el 33 por ciento de la energía que consuma California deberá proceder de fuentes renovables no contaminantes, de acuerdo con leyes estatales.
La energía que se genere en esa zona ahora deshabitada equivaldrá a la electricidad que consumen diariamente cerca de 300 mil hogares estadunidenses, pero sin producir ningún tipo de contaminación, informó la firma Brightsource, responsable del proyecto.
Para la instalación de los espejos especiales, la empresa invertirá un préstamo de mil 370 millones de dólares del Departamento de Energía y empleará a por lo menos mil obreros, con vistas a que la planta de energía solar comience a operar en el año 2013.
El presidente estadunidense Barack Obama se refirió a ese proyecto en su mensaje del pasado sábado y afirmó que con obras como ésa en una zona remota del condado de San Bernardino, "Estados Unidos se encamina al liderazgo de la nueva economía mundial".
Dos de las tres corporaciones energéticas de California -Pacific Gas and Electric (PGE) y Edison- se repartirán la distribución de la electricidad que la planta genere partir de energía solar, según el proyecto aprobado este jueves.
Un plan estatal de California exige que a fines de este año el estado utilice 20 por ciento de la energía que consume de fuente renovables.
Para el 2020, el 33 por ciento de la energía que consuma California deberá proceder de fuentes renovables no contaminantes, de acuerdo con leyes estatales.
Paneles solares en el desierto de California (notimex)
San Diego, 8 Oct.- El Departamento del Interior autorizó la instalación de 173 mil 500 paneles de espejos solares en una sección del desierto de California, cercana a Nevada, para generar electricidad a partir del año 2013.
La energía que se genere en esa zona ahora deshabitada equivaldrá a la electricidad que consumen diariamente cerca de 300 mil hogares estadunidenses, pero sin producir ningún tipo de contaminación, informó la firma Brightsource, responsable del proyecto.
Para la instalación de los espejos especiales, la empresa invertirá un préstamo de mil 370 millones de dólares del Departamento de Energía y empleará a por lo menos mil obreros, con vistas a que la planta de energía solar comience a operar en el año 2013.
El presidente estadunidense Barack Obama se refirió a ese proyecto en su mensaje del pasado sábado y afirmó que con obras como ésa en una zona remota del condado de San Bernardino, "Estados Unidos se encamina al liderazgo de la nueva economía mundial".
Dos de las tres corporaciones energéticas de California -Pacific Gas and Electric (PGE) y Edison- se repartirán la distribución de la electricidad que la planta genere partir de energía solar, según el proyecto aprobado este jueves.
Un plan estatal de California exige que a fines de este año el estado utilice 20 por ciento de la energía que consume de fuente renovables.
Para el 2020, el 33 por ciento de la energía que consuma California deberá proceder de fuentes renovables no contaminantes, de acuerdo con leyes estatales.
La energía que se genere en esa zona ahora deshabitada equivaldrá a la electricidad que consumen diariamente cerca de 300 mil hogares estadunidenses, pero sin producir ningún tipo de contaminación, informó la firma Brightsource, responsable del proyecto.
Para la instalación de los espejos especiales, la empresa invertirá un préstamo de mil 370 millones de dólares del Departamento de Energía y empleará a por lo menos mil obreros, con vistas a que la planta de energía solar comience a operar en el año 2013.
El presidente estadunidense Barack Obama se refirió a ese proyecto en su mensaje del pasado sábado y afirmó que con obras como ésa en una zona remota del condado de San Bernardino, "Estados Unidos se encamina al liderazgo de la nueva economía mundial".
Dos de las tres corporaciones energéticas de California -Pacific Gas and Electric (PGE) y Edison- se repartirán la distribución de la electricidad que la planta genere partir de energía solar, según el proyecto aprobado este jueves.
Un plan estatal de California exige que a fines de este año el estado utilice 20 por ciento de la energía que consume de fuente renovables.
Para el 2020, el 33 por ciento de la energía que consuma California deberá proceder de fuentes renovables no contaminantes, de acuerdo con leyes estatales.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Dirigible ecológico (Infoambiental)
Diez estudiantes de ingeniería aeronáutica de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han diseñado el dirigible del siglo XXI, bautizado como Freighter Bird (pájaro cargador), una aeronave ecológica capaz de transportar gran cantidad de peso a velocidad mediana sin usar combustible fósil. Gran ahorro energético, drástica reducción de emisiones de CO2, nula contaminación acústica y viabilidad técnica y comercial son los valores de esta idea que consiguió el premio SENER-ETSEIAT del curso pasado.
360 metros de largo, 40 metros de altura, 400 toneladas de peso, una velocidad punta de 130 km/h, propulsión con energía solar, estructura de aluminio y fibra de vidrio y 805.000 m3 de volumen que se llenan de helio para mantenerse en el aire. Estos son los datos básicos de la ficha técnica del dirigible que han diseñado los estudiantes de ingeniería aeronáutica. Una aeronave que, sobre todo, tiene la virtud de no contaminar porque es capaz de transportar cada día 200 toneladas a 130 km/h, ahorrando al medio ambiente 8.000 toneladas de CO2 y 65 toneladas de óxido de hidrógeno. El ahorro anual estimado por los estudiantes en dinero por combustible seria de medio millón de euros por cada dirigible.
Dirigible con energía solar
Si no es con gasolina, ¿cómo funciona el dirigible? Esta es la pregunta que todo el mundo hace a los estudiantes, que han ideado un ingenioso sistema de captura de la energía del sol con placas solares dispuestas por toda la superficie superior del Freighter Bird. Esta energía se almacena en unas baterías que la transforman para mover las hélices ubicadas en la popa de la aeronave.
Para dar algo más de potencia, las baterías se acompañan de pequeñas células de hidrógeno en cantidad ínfima que quedan aisladas en cuatro tanques estancos para reducir cualquier tipo de riesgo. Y es que la seguridad era otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de trabajar el proyecto. Muchos todavía recuerdan las imágenes mudas de los años 30 de un zepelín en llamas. “Esto ya no es ningún problema. Este zepelín estalló porque el gas con que hinchaban la aeronave era hidrógeno, un gas muy ligero. El nuestro es de helio, que pesa un poco más que el hidrógeno, pero que no es inflamable, por lo tanto no hay ningún tipo de riesgo de accidente similar al del zepelín de 1937”, afirman los autores del proyecto.
Viabilidad económica
Uno de los parámetros que evaluaba la empresa SENER y el profesorado de la asignatura de Proyectos de Ingeniería de la ETSEIAT era la viabilidad económica de la idea y la rentabilidad comercial. Según el jurado del premio SENER-ETSEIAT, el equipo del Freighter Bird demuestra con creces que este dirigible es perfectamente construible y que podría ser competitivo en el mercado actual.
El precio estimado de construcción seria de 45 millones de euros, un precio equivalente al del clásico Boeing 747. Su rentabilidad, en un mercado tan difícil y competitivo como el aeronáutico, estaría asegurada, puesto que ocuparía un segmento a medio camino entre las ventajas y las desventajas de los aviones y los grandes barcos de transporte de mercancías.
El Freighter Bird seria, pues, más económico que el avión pero más lento, y más caro que el barco pero más rápido. Según el estudio hecho por el equipo de estudiantes, el coste del barco es de 0,36€ por kilómetros y contenedor transportado; el de el avión es de 50€ por kilómetro y contenedor transportado y el del dirigible sería de 1,18€ por kilómetro y contenedor transportado.
El dirigible, por lo tanto, no sustituiría al avión pero sería un complemento necesario al mercado aeronáutico. De hecho, según explican los autores del proyecto, hay empresas que tienen en cartera esta idea y están estudiando de manera muy seria ponerla en práctica. El Aeroscraft de la empresa norteamericana Worldwide Aeros Corporation, o el israelí Airshipone son dos ejemplos de prototipos comerciales en estudio pensados para el ocio y el turismo de lujo.
Sin necesidad de aeropuertos
Los estudiantes, además, destacan otro valor añadido que hace del dirigible un medio óptimo para el transporte de mercancías: no necesita ninguna infraestructura especialmente adecuada para elevarse o aterrizar y podría cargar o descargar las mercancías muy cerca de su origen real, ahorrando así el primer desplazamiento de la mercancía a los aeropuertos o a los puertos. El dirigible está diseñado para cargar incluso durante el vuelo.
360 metros de largo, 40 metros de altura, 400 toneladas de peso, una velocidad punta de 130 km/h, propulsión con energía solar, estructura de aluminio y fibra de vidrio y 805.000 m3 de volumen que se llenan de helio para mantenerse en el aire. Estos son los datos básicos de la ficha técnica del dirigible que han diseñado los estudiantes de ingeniería aeronáutica. Una aeronave que, sobre todo, tiene la virtud de no contaminar porque es capaz de transportar cada día 200 toneladas a 130 km/h, ahorrando al medio ambiente 8.000 toneladas de CO2 y 65 toneladas de óxido de hidrógeno. El ahorro anual estimado por los estudiantes en dinero por combustible seria de medio millón de euros por cada dirigible.
Dirigible con energía solar
Si no es con gasolina, ¿cómo funciona el dirigible? Esta es la pregunta que todo el mundo hace a los estudiantes, que han ideado un ingenioso sistema de captura de la energía del sol con placas solares dispuestas por toda la superficie superior del Freighter Bird. Esta energía se almacena en unas baterías que la transforman para mover las hélices ubicadas en la popa de la aeronave.
Para dar algo más de potencia, las baterías se acompañan de pequeñas células de hidrógeno en cantidad ínfima que quedan aisladas en cuatro tanques estancos para reducir cualquier tipo de riesgo. Y es que la seguridad era otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de trabajar el proyecto. Muchos todavía recuerdan las imágenes mudas de los años 30 de un zepelín en llamas. “Esto ya no es ningún problema. Este zepelín estalló porque el gas con que hinchaban la aeronave era hidrógeno, un gas muy ligero. El nuestro es de helio, que pesa un poco más que el hidrógeno, pero que no es inflamable, por lo tanto no hay ningún tipo de riesgo de accidente similar al del zepelín de 1937”, afirman los autores del proyecto.
Viabilidad económica
Uno de los parámetros que evaluaba la empresa SENER y el profesorado de la asignatura de Proyectos de Ingeniería de la ETSEIAT era la viabilidad económica de la idea y la rentabilidad comercial. Según el jurado del premio SENER-ETSEIAT, el equipo del Freighter Bird demuestra con creces que este dirigible es perfectamente construible y que podría ser competitivo en el mercado actual.
El precio estimado de construcción seria de 45 millones de euros, un precio equivalente al del clásico Boeing 747. Su rentabilidad, en un mercado tan difícil y competitivo como el aeronáutico, estaría asegurada, puesto que ocuparía un segmento a medio camino entre las ventajas y las desventajas de los aviones y los grandes barcos de transporte de mercancías.
El Freighter Bird seria, pues, más económico que el avión pero más lento, y más caro que el barco pero más rápido. Según el estudio hecho por el equipo de estudiantes, el coste del barco es de 0,36€ por kilómetros y contenedor transportado; el de el avión es de 50€ por kilómetro y contenedor transportado y el del dirigible sería de 1,18€ por kilómetro y contenedor transportado.
El dirigible, por lo tanto, no sustituiría al avión pero sería un complemento necesario al mercado aeronáutico. De hecho, según explican los autores del proyecto, hay empresas que tienen en cartera esta idea y están estudiando de manera muy seria ponerla en práctica. El Aeroscraft de la empresa norteamericana Worldwide Aeros Corporation, o el israelí Airshipone son dos ejemplos de prototipos comerciales en estudio pensados para el ocio y el turismo de lujo.
Sin necesidad de aeropuertos
Los estudiantes, además, destacan otro valor añadido que hace del dirigible un medio óptimo para el transporte de mercancías: no necesita ninguna infraestructura especialmente adecuada para elevarse o aterrizar y podría cargar o descargar las mercancías muy cerca de su origen real, ahorrando así el primer desplazamiento de la mercancía a los aeropuertos o a los puertos. El dirigible está diseñado para cargar incluso durante el vuelo.
Dirigible ecológico (Infoambiental)
Diez estudiantes de ingeniería aeronáutica de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han diseñado el dirigible del siglo XXI, bautizado como Freighter Bird (pájaro cargador), una aeronave ecológica capaz de transportar gran cantidad de peso a velocidad mediana sin usar combustible fósil. Gran ahorro energético, drástica reducción de emisiones de CO2, nula contaminación acústica y viabilidad técnica y comercial son los valores de esta idea que consiguió el premio SENER-ETSEIAT del curso pasado.
360 metros de largo, 40 metros de altura, 400 toneladas de peso, una velocidad punta de 130 km/h, propulsión con energía solar, estructura de aluminio y fibra de vidrio y 805.000 m3 de volumen que se llenan de helio para mantenerse en el aire. Estos son los datos básicos de la ficha técnica del dirigible que han diseñado los estudiantes de ingeniería aeronáutica. Una aeronave que, sobre todo, tiene la virtud de no contaminar porque es capaz de transportar cada día 200 toneladas a 130 km/h, ahorrando al medio ambiente 8.000 toneladas de CO2 y 65 toneladas de óxido de hidrógeno. El ahorro anual estimado por los estudiantes en dinero por combustible seria de medio millón de euros por cada dirigible.
Dirigible con energía solar
Si no es con gasolina, ¿cómo funciona el dirigible? Esta es la pregunta que todo el mundo hace a los estudiantes, que han ideado un ingenioso sistema de captura de la energía del sol con placas solares dispuestas por toda la superficie superior del Freighter Bird. Esta energía se almacena en unas baterías que la transforman para mover las hélices ubicadas en la popa de la aeronave.
Para dar algo más de potencia, las baterías se acompañan de pequeñas células de hidrógeno en cantidad ínfima que quedan aisladas en cuatro tanques estancos para reducir cualquier tipo de riesgo. Y es que la seguridad era otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de trabajar el proyecto. Muchos todavía recuerdan las imágenes mudas de los años 30 de un zepelín en llamas. “Esto ya no es ningún problema. Este zepelín estalló porque el gas con que hinchaban la aeronave era hidrógeno, un gas muy ligero. El nuestro es de helio, que pesa un poco más que el hidrógeno, pero que no es inflamable, por lo tanto no hay ningún tipo de riesgo de accidente similar al del zepelín de 1937”, afirman los autores del proyecto.
Viabilidad económica
Uno de los parámetros que evaluaba la empresa SENER y el profesorado de la asignatura de Proyectos de Ingeniería de la ETSEIAT era la viabilidad económica de la idea y la rentabilidad comercial. Según el jurado del premio SENER-ETSEIAT, el equipo del Freighter Bird demuestra con creces que este dirigible es perfectamente construible y que podría ser competitivo en el mercado actual.
El precio estimado de construcción seria de 45 millones de euros, un precio equivalente al del clásico Boeing 747. Su rentabilidad, en un mercado tan difícil y competitivo como el aeronáutico, estaría asegurada, puesto que ocuparía un segmento a medio camino entre las ventajas y las desventajas de los aviones y los grandes barcos de transporte de mercancías.
El Freighter Bird seria, pues, más económico que el avión pero más lento, y más caro que el barco pero más rápido. Según el estudio hecho por el equipo de estudiantes, el coste del barco es de 0,36€ por kilómetros y contenedor transportado; el de el avión es de 50€ por kilómetro y contenedor transportado y el del dirigible sería de 1,18€ por kilómetro y contenedor transportado.
El dirigible, por lo tanto, no sustituiría al avión pero sería un complemento necesario al mercado aeronáutico. De hecho, según explican los autores del proyecto, hay empresas que tienen en cartera esta idea y están estudiando de manera muy seria ponerla en práctica. El Aeroscraft de la empresa norteamericana Worldwide Aeros Corporation, o el israelí Airshipone son dos ejemplos de prototipos comerciales en estudio pensados para el ocio y el turismo de lujo.
Sin necesidad de aeropuertos
Los estudiantes, además, destacan otro valor añadido que hace del dirigible un medio óptimo para el transporte de mercancías: no necesita ninguna infraestructura especialmente adecuada para elevarse o aterrizar y podría cargar o descargar las mercancías muy cerca de su origen real, ahorrando así el primer desplazamiento de la mercancía a los aeropuertos o a los puertos. El dirigible está diseñado para cargar incluso durante el vuelo.
360 metros de largo, 40 metros de altura, 400 toneladas de peso, una velocidad punta de 130 km/h, propulsión con energía solar, estructura de aluminio y fibra de vidrio y 805.000 m3 de volumen que se llenan de helio para mantenerse en el aire. Estos son los datos básicos de la ficha técnica del dirigible que han diseñado los estudiantes de ingeniería aeronáutica. Una aeronave que, sobre todo, tiene la virtud de no contaminar porque es capaz de transportar cada día 200 toneladas a 130 km/h, ahorrando al medio ambiente 8.000 toneladas de CO2 y 65 toneladas de óxido de hidrógeno. El ahorro anual estimado por los estudiantes en dinero por combustible seria de medio millón de euros por cada dirigible.
Dirigible con energía solar
Si no es con gasolina, ¿cómo funciona el dirigible? Esta es la pregunta que todo el mundo hace a los estudiantes, que han ideado un ingenioso sistema de captura de la energía del sol con placas solares dispuestas por toda la superficie superior del Freighter Bird. Esta energía se almacena en unas baterías que la transforman para mover las hélices ubicadas en la popa de la aeronave.
Para dar algo más de potencia, las baterías se acompañan de pequeñas células de hidrógeno en cantidad ínfima que quedan aisladas en cuatro tanques estancos para reducir cualquier tipo de riesgo. Y es que la seguridad era otra de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de trabajar el proyecto. Muchos todavía recuerdan las imágenes mudas de los años 30 de un zepelín en llamas. “Esto ya no es ningún problema. Este zepelín estalló porque el gas con que hinchaban la aeronave era hidrógeno, un gas muy ligero. El nuestro es de helio, que pesa un poco más que el hidrógeno, pero que no es inflamable, por lo tanto no hay ningún tipo de riesgo de accidente similar al del zepelín de 1937”, afirman los autores del proyecto.
Viabilidad económica
Uno de los parámetros que evaluaba la empresa SENER y el profesorado de la asignatura de Proyectos de Ingeniería de la ETSEIAT era la viabilidad económica de la idea y la rentabilidad comercial. Según el jurado del premio SENER-ETSEIAT, el equipo del Freighter Bird demuestra con creces que este dirigible es perfectamente construible y que podría ser competitivo en el mercado actual.
El precio estimado de construcción seria de 45 millones de euros, un precio equivalente al del clásico Boeing 747. Su rentabilidad, en un mercado tan difícil y competitivo como el aeronáutico, estaría asegurada, puesto que ocuparía un segmento a medio camino entre las ventajas y las desventajas de los aviones y los grandes barcos de transporte de mercancías.
El Freighter Bird seria, pues, más económico que el avión pero más lento, y más caro que el barco pero más rápido. Según el estudio hecho por el equipo de estudiantes, el coste del barco es de 0,36€ por kilómetros y contenedor transportado; el de el avión es de 50€ por kilómetro y contenedor transportado y el del dirigible sería de 1,18€ por kilómetro y contenedor transportado.
El dirigible, por lo tanto, no sustituiría al avión pero sería un complemento necesario al mercado aeronáutico. De hecho, según explican los autores del proyecto, hay empresas que tienen en cartera esta idea y están estudiando de manera muy seria ponerla en práctica. El Aeroscraft de la empresa norteamericana Worldwide Aeros Corporation, o el israelí Airshipone son dos ejemplos de prototipos comerciales en estudio pensados para el ocio y el turismo de lujo.
Sin necesidad de aeropuertos
Los estudiantes, además, destacan otro valor añadido que hace del dirigible un medio óptimo para el transporte de mercancías: no necesita ninguna infraestructura especialmente adecuada para elevarse o aterrizar y podría cargar o descargar las mercancías muy cerca de su origen real, ahorrando así el primer desplazamiento de la mercancía a los aeropuertos o a los puertos. El dirigible está diseñado para cargar incluso durante el vuelo.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Reducción de emisiones en Costa Rica (plan para la próxima década) IPS.
Por Daniel Zueras
SAN JOSÉ, CR (IPS) - Con la eliminación de algunos impuestos y otras iniciativas verdes, Costa Rica avanza en su plan de hogares más sostenibles energéticamente para conseguir la "carbono neutralidad" hacia 2021, cuando se cumplan los 200 años de su independencia.
Al igual que países como Finlandia, Noruega y Nueva Zelanda, Costa Rica pretende compensar por completo sus emisiones de gases de efecto invernadero causantes del recalentamiento planetario, como el dióxido de carbono, mediante la plantación de bosques y mejoras tecnológicas con fines de mitigación, entre otras iniciativas.
Las empresas y particulares pueden certificar la reducción de sus emisiones en el Ente Costarricense de Acreditaciones.
Si bien el punto fuerte de este país centroamericano es la ampliación de la superficie forestal, para alcanzar el objetivo también se requiere la aplicación de tecnologías limpias, planteó Orlando Chinchilla, director del Instituto de Investigación y Servicios Forestales de la Universidad Nacional, para quien no se trata de una meta fácil de lograr.
Una modificación a la ley 7400 de exoneración de impuestos, efectuada el 30 de junio, promueve el uso de energías renovables al eliminar 13 por ciento de la carga impositiva que hasta el momento tenían los paneles, cocinas, refrigeradoras y calentadores solares, además de los generadores eólicos e hidroeléctricos.
Complementando esta apuesta, y dentro del mismo Plan de Energía del gobierno de la socialdemócrata presidenta Laura Chinchilla, el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) fomentará en empresas y hogares la instalación de paneles solares y la producción de electricidad a base de biomasa (desechos orgánicos).
Se estima que en un plazo de tres a seis años los usuarios recuperarán la inversión gracias al ahorro en la factura eléctrica, cifrado en unos 200 dólares anuales para una familia promedio de cuatro personas.
La red particular estará interconectada a la del ICE, lo que permitirá a los usuarios privados ceder sus excedentes a cambio de una rebaja en su recibo de la luz.
Para ello, se instalará un medidor de dos vías que establecerá si hay remanentes para vender o si es necesario abastecerse del sistema interconectado porque la capacidad de generación no da abasto para el consumo del cliente.
De esta manera, no sólo se conseguirían hogares más sostenibles e independientes energéticamente, sino que también se reduciría la dependencia nacional de los combustibles fósiles, al recolectar el ICE esa energía sobrante y venderla al resto de sus abonados.
Según datos de la gubernamental Dirección Sectorial de Energía, 64 por ciento del consumo comercial proviene de los combustibles fósiles. El sector transporte tiene un peso sustancial en esa factura.
Respecto a la estructura eléctrica, la generación hidráulica es líder con más del 78 por ciento del mercado, seguida por la geotérmica. A mucha distancia se ubican la térmica, eólica y la biomasa. La energía solar continúa siendo despreciable, pero lo que se pretende que las alternativas crezcan de manera sustancial de aquí a una década.
"El precio final de los equipos bajará no 13 por ciento sino 20 por ciento", comentó a IPS Rodrigo Salazar, gerente general de la empresa Energy Solutions, dedicada a la venta de calentadores solares. Esto es debido a que las empresas del sector también han visto cómo se elimina el impuesto de importación de los dispositivos.
Salazar cree que con esta iniciativa repuntará la venta de equipos de energías alternativas, que se estancó desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008.
En el plan gubernamental también tienen cabida los biodigestores, pequeñas plantas que obtienen gas como producto de la fermentación de los excrementos del ganado. Además de eliminar los desechos animales, estos equipos generan energía y producen abono orgánico para los cultivos.
Las comunidades rurales y de escasos recursos han sido las más beneficiadas por algunos planes experimentales que se vienen llevando a cabo desde hace algunos años. Se calcula que en Costa Rica hay instalados unos 1.400 biodigestores. Su bajo costo y su facilidad de instalación y mantenimiento es un punto a favor.
En la comunidad de Santa Fe del cantón de Guatuso, cercano a la frontera con Nicaragua, cuentan con 10 biodigestores, que hace cuatro años tuvieron un costo aproximado de 200 dólares cada uno.
Con esa inversión, se ahorran los 15 dólares mensuales en gas para cocinar y calentar el agua. "Es novedoso y amigable con el ambiente", al evitar la contaminación, la tala de árboles y "elimina las boñigas (excremento) de los animales", contó a IPS Xinia Montero, presidenta del Grupo de Mujeres de Santa Fe.
Incluso lo aprovechan como un reclamo turístico, ya que "vienen a conocerlos de distintos países", incidió Montero.
SAN JOSÉ, CR (IPS) - Con la eliminación de algunos impuestos y otras iniciativas verdes, Costa Rica avanza en su plan de hogares más sostenibles energéticamente para conseguir la "carbono neutralidad" hacia 2021, cuando se cumplan los 200 años de su independencia.
Al igual que países como Finlandia, Noruega y Nueva Zelanda, Costa Rica pretende compensar por completo sus emisiones de gases de efecto invernadero causantes del recalentamiento planetario, como el dióxido de carbono, mediante la plantación de bosques y mejoras tecnológicas con fines de mitigación, entre otras iniciativas.
Las empresas y particulares pueden certificar la reducción de sus emisiones en el Ente Costarricense de Acreditaciones.
Si bien el punto fuerte de este país centroamericano es la ampliación de la superficie forestal, para alcanzar el objetivo también se requiere la aplicación de tecnologías limpias, planteó Orlando Chinchilla, director del Instituto de Investigación y Servicios Forestales de la Universidad Nacional, para quien no se trata de una meta fácil de lograr.
Una modificación a la ley 7400 de exoneración de impuestos, efectuada el 30 de junio, promueve el uso de energías renovables al eliminar 13 por ciento de la carga impositiva que hasta el momento tenían los paneles, cocinas, refrigeradoras y calentadores solares, además de los generadores eólicos e hidroeléctricos.
Complementando esta apuesta, y dentro del mismo Plan de Energía del gobierno de la socialdemócrata presidenta Laura Chinchilla, el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) fomentará en empresas y hogares la instalación de paneles solares y la producción de electricidad a base de biomasa (desechos orgánicos).
Se estima que en un plazo de tres a seis años los usuarios recuperarán la inversión gracias al ahorro en la factura eléctrica, cifrado en unos 200 dólares anuales para una familia promedio de cuatro personas.
La red particular estará interconectada a la del ICE, lo que permitirá a los usuarios privados ceder sus excedentes a cambio de una rebaja en su recibo de la luz.
Para ello, se instalará un medidor de dos vías que establecerá si hay remanentes para vender o si es necesario abastecerse del sistema interconectado porque la capacidad de generación no da abasto para el consumo del cliente.
De esta manera, no sólo se conseguirían hogares más sostenibles e independientes energéticamente, sino que también se reduciría la dependencia nacional de los combustibles fósiles, al recolectar el ICE esa energía sobrante y venderla al resto de sus abonados.
Según datos de la gubernamental Dirección Sectorial de Energía, 64 por ciento del consumo comercial proviene de los combustibles fósiles. El sector transporte tiene un peso sustancial en esa factura.
Respecto a la estructura eléctrica, la generación hidráulica es líder con más del 78 por ciento del mercado, seguida por la geotérmica. A mucha distancia se ubican la térmica, eólica y la biomasa. La energía solar continúa siendo despreciable, pero lo que se pretende que las alternativas crezcan de manera sustancial de aquí a una década.
"El precio final de los equipos bajará no 13 por ciento sino 20 por ciento", comentó a IPS Rodrigo Salazar, gerente general de la empresa Energy Solutions, dedicada a la venta de calentadores solares. Esto es debido a que las empresas del sector también han visto cómo se elimina el impuesto de importación de los dispositivos.
Salazar cree que con esta iniciativa repuntará la venta de equipos de energías alternativas, que se estancó desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008.
En el plan gubernamental también tienen cabida los biodigestores, pequeñas plantas que obtienen gas como producto de la fermentación de los excrementos del ganado. Además de eliminar los desechos animales, estos equipos generan energía y producen abono orgánico para los cultivos.
Las comunidades rurales y de escasos recursos han sido las más beneficiadas por algunos planes experimentales que se vienen llevando a cabo desde hace algunos años. Se calcula que en Costa Rica hay instalados unos 1.400 biodigestores. Su bajo costo y su facilidad de instalación y mantenimiento es un punto a favor.
En la comunidad de Santa Fe del cantón de Guatuso, cercano a la frontera con Nicaragua, cuentan con 10 biodigestores, que hace cuatro años tuvieron un costo aproximado de 200 dólares cada uno.
Con esa inversión, se ahorran los 15 dólares mensuales en gas para cocinar y calentar el agua. "Es novedoso y amigable con el ambiente", al evitar la contaminación, la tala de árboles y "elimina las boñigas (excremento) de los animales", contó a IPS Xinia Montero, presidenta del Grupo de Mujeres de Santa Fe.
Incluso lo aprovechan como un reclamo turístico, ya que "vienen a conocerlos de distintos países", incidió Montero.
Reducción de emisiones en Costa Rica (plan para la próxima década) IPS.
Por Daniel Zueras
SAN JOSÉ, CR (IPS) - Con la eliminación de algunos impuestos y otras iniciativas verdes, Costa Rica avanza en su plan de hogares más sostenibles energéticamente para conseguir la "carbono neutralidad" hacia 2021, cuando se cumplan los 200 años de su independencia.
Al igual que países como Finlandia, Noruega y Nueva Zelanda, Costa Rica pretende compensar por completo sus emisiones de gases de efecto invernadero causantes del recalentamiento planetario, como el dióxido de carbono, mediante la plantación de bosques y mejoras tecnológicas con fines de mitigación, entre otras iniciativas.
Las empresas y particulares pueden certificar la reducción de sus emisiones en el Ente Costarricense de Acreditaciones.
Si bien el punto fuerte de este país centroamericano es la ampliación de la superficie forestal, para alcanzar el objetivo también se requiere la aplicación de tecnologías limpias, planteó Orlando Chinchilla, director del Instituto de Investigación y Servicios Forestales de la Universidad Nacional, para quien no se trata de una meta fácil de lograr.
Una modificación a la ley 7400 de exoneración de impuestos, efectuada el 30 de junio, promueve el uso de energías renovables al eliminar 13 por ciento de la carga impositiva que hasta el momento tenían los paneles, cocinas, refrigeradoras y calentadores solares, además de los generadores eólicos e hidroeléctricos.
Complementando esta apuesta, y dentro del mismo Plan de Energía del gobierno de la socialdemócrata presidenta Laura Chinchilla, el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) fomentará en empresas y hogares la instalación de paneles solares y la producción de electricidad a base de biomasa (desechos orgánicos).
Se estima que en un plazo de tres a seis años los usuarios recuperarán la inversión gracias al ahorro en la factura eléctrica, cifrado en unos 200 dólares anuales para una familia promedio de cuatro personas.
La red particular estará interconectada a la del ICE, lo que permitirá a los usuarios privados ceder sus excedentes a cambio de una rebaja en su recibo de la luz.
Para ello, se instalará un medidor de dos vías que establecerá si hay remanentes para vender o si es necesario abastecerse del sistema interconectado porque la capacidad de generación no da abasto para el consumo del cliente.
De esta manera, no sólo se conseguirían hogares más sostenibles e independientes energéticamente, sino que también se reduciría la dependencia nacional de los combustibles fósiles, al recolectar el ICE esa energía sobrante y venderla al resto de sus abonados.
Según datos de la gubernamental Dirección Sectorial de Energía, 64 por ciento del consumo comercial proviene de los combustibles fósiles. El sector transporte tiene un peso sustancial en esa factura.
Respecto a la estructura eléctrica, la generación hidráulica es líder con más del 78 por ciento del mercado, seguida por la geotérmica. A mucha distancia se ubican la térmica, eólica y la biomasa. La energía solar continúa siendo despreciable, pero lo que se pretende que las alternativas crezcan de manera sustancial de aquí a una década.
"El precio final de los equipos bajará no 13 por ciento sino 20 por ciento", comentó a IPS Rodrigo Salazar, gerente general de la empresa Energy Solutions, dedicada a la venta de calentadores solares. Esto es debido a que las empresas del sector también han visto cómo se elimina el impuesto de importación de los dispositivos.
Salazar cree que con esta iniciativa repuntará la venta de equipos de energías alternativas, que se estancó desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008.
En el plan gubernamental también tienen cabida los biodigestores, pequeñas plantas que obtienen gas como producto de la fermentación de los excrementos del ganado. Además de eliminar los desechos animales, estos equipos generan energía y producen abono orgánico para los cultivos.
Las comunidades rurales y de escasos recursos han sido las más beneficiadas por algunos planes experimentales que se vienen llevando a cabo desde hace algunos años. Se calcula que en Costa Rica hay instalados unos 1.400 biodigestores. Su bajo costo y su facilidad de instalación y mantenimiento es un punto a favor.
En la comunidad de Santa Fe del cantón de Guatuso, cercano a la frontera con Nicaragua, cuentan con 10 biodigestores, que hace cuatro años tuvieron un costo aproximado de 200 dólares cada uno.
Con esa inversión, se ahorran los 15 dólares mensuales en gas para cocinar y calentar el agua. "Es novedoso y amigable con el ambiente", al evitar la contaminación, la tala de árboles y "elimina las boñigas (excremento) de los animales", contó a IPS Xinia Montero, presidenta del Grupo de Mujeres de Santa Fe.
Incluso lo aprovechan como un reclamo turístico, ya que "vienen a conocerlos de distintos países", incidió Montero.
SAN JOSÉ, CR (IPS) - Con la eliminación de algunos impuestos y otras iniciativas verdes, Costa Rica avanza en su plan de hogares más sostenibles energéticamente para conseguir la "carbono neutralidad" hacia 2021, cuando se cumplan los 200 años de su independencia.
Al igual que países como Finlandia, Noruega y Nueva Zelanda, Costa Rica pretende compensar por completo sus emisiones de gases de efecto invernadero causantes del recalentamiento planetario, como el dióxido de carbono, mediante la plantación de bosques y mejoras tecnológicas con fines de mitigación, entre otras iniciativas.
Las empresas y particulares pueden certificar la reducción de sus emisiones en el Ente Costarricense de Acreditaciones.
Si bien el punto fuerte de este país centroamericano es la ampliación de la superficie forestal, para alcanzar el objetivo también se requiere la aplicación de tecnologías limpias, planteó Orlando Chinchilla, director del Instituto de Investigación y Servicios Forestales de la Universidad Nacional, para quien no se trata de una meta fácil de lograr.
Una modificación a la ley 7400 de exoneración de impuestos, efectuada el 30 de junio, promueve el uso de energías renovables al eliminar 13 por ciento de la carga impositiva que hasta el momento tenían los paneles, cocinas, refrigeradoras y calentadores solares, además de los generadores eólicos e hidroeléctricos.
Complementando esta apuesta, y dentro del mismo Plan de Energía del gobierno de la socialdemócrata presidenta Laura Chinchilla, el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) fomentará en empresas y hogares la instalación de paneles solares y la producción de electricidad a base de biomasa (desechos orgánicos).
Se estima que en un plazo de tres a seis años los usuarios recuperarán la inversión gracias al ahorro en la factura eléctrica, cifrado en unos 200 dólares anuales para una familia promedio de cuatro personas.
La red particular estará interconectada a la del ICE, lo que permitirá a los usuarios privados ceder sus excedentes a cambio de una rebaja en su recibo de la luz.
Para ello, se instalará un medidor de dos vías que establecerá si hay remanentes para vender o si es necesario abastecerse del sistema interconectado porque la capacidad de generación no da abasto para el consumo del cliente.
De esta manera, no sólo se conseguirían hogares más sostenibles e independientes energéticamente, sino que también se reduciría la dependencia nacional de los combustibles fósiles, al recolectar el ICE esa energía sobrante y venderla al resto de sus abonados.
Según datos de la gubernamental Dirección Sectorial de Energía, 64 por ciento del consumo comercial proviene de los combustibles fósiles. El sector transporte tiene un peso sustancial en esa factura.
Respecto a la estructura eléctrica, la generación hidráulica es líder con más del 78 por ciento del mercado, seguida por la geotérmica. A mucha distancia se ubican la térmica, eólica y la biomasa. La energía solar continúa siendo despreciable, pero lo que se pretende que las alternativas crezcan de manera sustancial de aquí a una década.
"El precio final de los equipos bajará no 13 por ciento sino 20 por ciento", comentó a IPS Rodrigo Salazar, gerente general de la empresa Energy Solutions, dedicada a la venta de calentadores solares. Esto es debido a que las empresas del sector también han visto cómo se elimina el impuesto de importación de los dispositivos.
Salazar cree que con esta iniciativa repuntará la venta de equipos de energías alternativas, que se estancó desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008.
En el plan gubernamental también tienen cabida los biodigestores, pequeñas plantas que obtienen gas como producto de la fermentación de los excrementos del ganado. Además de eliminar los desechos animales, estos equipos generan energía y producen abono orgánico para los cultivos.
Las comunidades rurales y de escasos recursos han sido las más beneficiadas por algunos planes experimentales que se vienen llevando a cabo desde hace algunos años. Se calcula que en Costa Rica hay instalados unos 1.400 biodigestores. Su bajo costo y su facilidad de instalación y mantenimiento es un punto a favor.
En la comunidad de Santa Fe del cantón de Guatuso, cercano a la frontera con Nicaragua, cuentan con 10 biodigestores, que hace cuatro años tuvieron un costo aproximado de 200 dólares cada uno.
Con esa inversión, se ahorran los 15 dólares mensuales en gas para cocinar y calentar el agua. "Es novedoso y amigable con el ambiente", al evitar la contaminación, la tala de árboles y "elimina las boñigas (excremento) de los animales", contó a IPS Xinia Montero, presidenta del Grupo de Mujeres de Santa Fe.
Incluso lo aprovechan como un reclamo turístico, ya que "vienen a conocerlos de distintos países", incidió Montero.
jueves, 26 de agosto de 2010
Aprovechamiento energético en la Universidad Nuevo León.
La sociedad actual se ha desarrollado en un entorno poco favorable, donde no se tiene la sabiduría necesaria para afrontar retos del mañana.
En referencia a la materia energética, no sólo hablamos de ahorro de energía, sino de una célula donde se tienen ejes rectores que se relacionan directamente con la calidad de vida, como los ecosistemas, el cambio climático y las fuentes de energía disponibles que la propia naturaleza tiene a nuestra disposición.
En la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), de la Universidad Autónoma de Nuevo León, (UANL) se buscan nuevas alternativas para la obtención de energía de fuentes naturales, así como el aprovechamiento energético para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Uno de los proyectos más importantes que ha desarrollado el Dr. Simón Martínez ha sido la implementación de una tecnología de vanguardia para la obtención de gas combustible a partir de desechos sólidos, tanto orgánicos como inorgánicos.
Esta tecnología se basa en la generación de energía en un reactor de antorcha fría donde se tiene como principal objetivo aprovechar esta energía para transformar los desechos sólidos en un gas combustible (gas de síntesis).
Este gas extraído de la materia sólida es un combustible que contiene porcentajes elevados de hidrocarburos como el CH2, CH4, C2H6, incluyendo hidrógeno y gas carbónico.
El gas de síntesis en estos casos ha sido aprovechado para llevar a cabo la combustión en grupos de turbo generadores y moto-generadores.
En ambos casos este gas de síntesis es el encargado de aportar la energía térmica que posteriormente es transformada en energía eléctrica, la cual es utilizada para abastecer gran parte de la zona metropolitana de Monterrey.
Una ventaja importantísima de la aplicación de esta tecnología ha sido sin duda alguna, la reducción de material sólido, ya que la materia prima utilizada para su transformación se reduce en un 90 % aproximadamente.
Por ejemplo, si se introduce al reactor una tonelada (1000 kg) de un plástico para obtener gas combustible, durante el proceso, esta materia sufre transformaciones de tal manera, que si nos referimos al peso propiamente, sólo se extraen 100 kg en promedio del total utilizado, el resto se transforma en gas de síntesis, siendo ésta una de las premisas de esta nueva tecnología.
Este es un beneficio que favorece la conservación de aguas y suelos sanos, ya que se evita el almacenamiento de desechos en trincheras y almacenes subterráneos.
Otro de los proyectos ambiciosos que se llevan a cabo en la institución, dentro del Cuerpo Académico Procesos Termofluidodinámicos y Sistemas Energéticos, es la caracterización de biocombustibles de primera, segunda y tercera generación, así como la mejora de genética de una planta oleaginosa que permita extraerle biocombustible de elevada pureza para su posible uso en automoción.
Para el desarrollo de este proyecto el Dr. Martínez ha tenido una estrecha colaboración con el programa de Energía de la Unión Europea y con el Departamento de Combustibles y Motores de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La primera etapa del proyecto consistió en caracterizar diversos biocombustibles para su uso en vehículos automotores. Entre ellos se han caracterizado biocombustibles a base de grasas animales y semillas, con lo que se ha podido determinar cuál de estos tiene mejores características para mejorar el funcionamiento de los motores de combustión interna, y a su vez reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Algunos de los biocombustibles analizados han sido mezclas como: etanol-gasolina, diesel-biodiesel, diesel–etanol, etanol-diesel-biodiesel, entre otros. Estos biocombustibles han mostrado múltiples beneficios en relación a los combustibles fósiles, lo que da una esperanza para ayudar a conservar el medio ambiente y no empeorar el cambio climático como sucede actualmente con el uso de los combustibles derivados del petróleo.
Cabe destacar que los biocombustibles tal vez no lleguen a sustituir el 100 % del uso de los combustibles fósil, pero sí permitirán reducir la cantidad de combustible fósil que se utiliza en los motores de combustión interna, lo que representa más del 50 % del combustible utilizado a nivel mundial.
La segunda etapa consiste en mejorar genéticamente una planta oleaginosa de la cual se podrían obtener cantidades importantes de biocombustible de elevada pureza. Sin embargo, esta planta solamente puede desarrollarse en medios tropicales, por lo que ha sido necesario incursionar en las propiedades genéticas de la planta para lograr que ésta se adapte a medios áridos, principalmente.
A diferencia de otros centros de investigación, los cuales se enfocan solamente a la producción de biocombustible, en la UANL se estudian los efectos en el medio ambiente, sin dejar de lado si éstos serían verdaderamente eficientes.
Al igual que los combustibles tradicionales, los biocombustibles al oxidarse generan una cantidad importante de CO2, no obstante, esta generación de CO2 prácticamente no tiene efectos agresivos hacia el medio ambiente, ya que cumple una misión en el ciclo de vida de la planta (la fotosíntesis).
“Existe un problema con los biocombustibles que en estos momentos estamos descifrando”. El problema es que los biocombustibles se comportan como “combustibles vivos” como los llama el doctor Martínez, y tiene que ver con su capacidad de mutar constantemente, lo que impide el almacenamiento por tiempos prolongados.
Cuando un biocombustible es almacenado, es importante observar los cambios que se van teniendo en su estructura molecular, para definir las posibles afectaciones al momento de ser utilizados como un fluido de trabajo (afectaciones como el desgaste) o bien durante una reacción química (afectaciones en emisiones contaminantes).
“Si logramos que los biocombustibles sean excelentes combustibles, esto sería un detonador de oportunidades”, aseguró el Dr. Martínez. Produciendo biocombustible a base de semillas o de otro tipo de oleaginosa se podrían tener resultados positivos a nivel nacional e internacional, creando nuevas fuentes de trabajo.
“Gracias al interés que hay de la inversión privada y pública hemos ido por buen camino y cada vez más estamos creciendo”, revela el líder del Cuerpo Académico Procesos termofluidodinámicos y sistemas energéticos
Actualmente los investigadores de FIME son pioneros en el estudio científico de generación de gas de síntesis y biocombustibles. Con estas investigaciones se ha iniciado la construcción del primer reactor que transformará veinte toneladas de material sólido en gas de síntesis y la mejora genética de plantas oleaginosas.
Por otro lado el Dr. Martínez explicó que cuando se involucra al investigador con los sectores donde existen necesidades, la investigación básica o aplicada avanza a pasos agigantados. “En nuestro grupo buscamos que toda la investigación, ya sea básica o aplicada tenga la misión de resolver un problema”.
Al paso del tiempo hemos visto los resultados obtenidos del trabajo desarrollado y, creo que son muy buenos, es por eso que estamos convencidos que cada hipótesis que hemos planteado de manera cuidadosa en el andar de la investigación ha sido la adecuada, concluyó el doctor Martínez.
***Simón Martínez Martínez cuenta con el Doctorado en ingeniería Mecánica con especialidad en Procesos Termofluidodinámicos en MCIA por la Universidad Politécnica de Valencia, España, es profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica; su especialidad es Análisis y Modelado de la Combustión; tiene Reconocimiento a Perfil Deseable del Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP), pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). El Dr. Martínez actualmente es Coordinador de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería con Orientación en Energías Térmica y Renovables en el Posgrado de la FIME de la UANL. Es Líder del Cuerpo Académicos Procesos Termofluidodinámicos y Sistemas Energéticos y de la Red Internacional Fuentes Renovables y Uso Eficiente de la Energía. Es responsable de proyectos de Investigación vinculado a instituciones como la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, así como del Programa de Energía Europeo, La Universidad de Duquesne, Lawrence Livermore National Labotarories y UCLA, en USA, a nivel nacional con la UNAM, la Universidad de Guanajuato, la Universidad Veracruzana, entre otras. Asimismo lleva a cabo proyectos de I+D+I con el sector productivo y gubernamental como: Nutec, Ternium, Vitro, Whirlpool, Metalsa, Copamex, Villacero, Katcon, Owens Corning, PEMEX, Control Pro y Gobierno Federal.
En referencia a la materia energética, no sólo hablamos de ahorro de energía, sino de una célula donde se tienen ejes rectores que se relacionan directamente con la calidad de vida, como los ecosistemas, el cambio climático y las fuentes de energía disponibles que la propia naturaleza tiene a nuestra disposición.
En la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), de la Universidad Autónoma de Nuevo León, (UANL) se buscan nuevas alternativas para la obtención de energía de fuentes naturales, así como el aprovechamiento energético para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Uno de los proyectos más importantes que ha desarrollado el Dr. Simón Martínez ha sido la implementación de una tecnología de vanguardia para la obtención de gas combustible a partir de desechos sólidos, tanto orgánicos como inorgánicos.
Esta tecnología se basa en la generación de energía en un reactor de antorcha fría donde se tiene como principal objetivo aprovechar esta energía para transformar los desechos sólidos en un gas combustible (gas de síntesis).
Este gas extraído de la materia sólida es un combustible que contiene porcentajes elevados de hidrocarburos como el CH2, CH4, C2H6, incluyendo hidrógeno y gas carbónico.
El gas de síntesis en estos casos ha sido aprovechado para llevar a cabo la combustión en grupos de turbo generadores y moto-generadores.
En ambos casos este gas de síntesis es el encargado de aportar la energía térmica que posteriormente es transformada en energía eléctrica, la cual es utilizada para abastecer gran parte de la zona metropolitana de Monterrey.
Una ventaja importantísima de la aplicación de esta tecnología ha sido sin duda alguna, la reducción de material sólido, ya que la materia prima utilizada para su transformación se reduce en un 90 % aproximadamente.
Por ejemplo, si se introduce al reactor una tonelada (1000 kg) de un plástico para obtener gas combustible, durante el proceso, esta materia sufre transformaciones de tal manera, que si nos referimos al peso propiamente, sólo se extraen 100 kg en promedio del total utilizado, el resto se transforma en gas de síntesis, siendo ésta una de las premisas de esta nueva tecnología.
Este es un beneficio que favorece la conservación de aguas y suelos sanos, ya que se evita el almacenamiento de desechos en trincheras y almacenes subterráneos.
Otro de los proyectos ambiciosos que se llevan a cabo en la institución, dentro del Cuerpo Académico Procesos Termofluidodinámicos y Sistemas Energéticos, es la caracterización de biocombustibles de primera, segunda y tercera generación, así como la mejora de genética de una planta oleaginosa que permita extraerle biocombustible de elevada pureza para su posible uso en automoción.
Para el desarrollo de este proyecto el Dr. Martínez ha tenido una estrecha colaboración con el programa de Energía de la Unión Europea y con el Departamento de Combustibles y Motores de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La primera etapa del proyecto consistió en caracterizar diversos biocombustibles para su uso en vehículos automotores. Entre ellos se han caracterizado biocombustibles a base de grasas animales y semillas, con lo que se ha podido determinar cuál de estos tiene mejores características para mejorar el funcionamiento de los motores de combustión interna, y a su vez reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera.
Algunos de los biocombustibles analizados han sido mezclas como: etanol-gasolina, diesel-biodiesel, diesel–etanol, etanol-diesel-biodiesel, entre otros. Estos biocombustibles han mostrado múltiples beneficios en relación a los combustibles fósiles, lo que da una esperanza para ayudar a conservar el medio ambiente y no empeorar el cambio climático como sucede actualmente con el uso de los combustibles derivados del petróleo.
Cabe destacar que los biocombustibles tal vez no lleguen a sustituir el 100 % del uso de los combustibles fósil, pero sí permitirán reducir la cantidad de combustible fósil que se utiliza en los motores de combustión interna, lo que representa más del 50 % del combustible utilizado a nivel mundial.
La segunda etapa consiste en mejorar genéticamente una planta oleaginosa de la cual se podrían obtener cantidades importantes de biocombustible de elevada pureza. Sin embargo, esta planta solamente puede desarrollarse en medios tropicales, por lo que ha sido necesario incursionar en las propiedades genéticas de la planta para lograr que ésta se adapte a medios áridos, principalmente.
A diferencia de otros centros de investigación, los cuales se enfocan solamente a la producción de biocombustible, en la UANL se estudian los efectos en el medio ambiente, sin dejar de lado si éstos serían verdaderamente eficientes.
Al igual que los combustibles tradicionales, los biocombustibles al oxidarse generan una cantidad importante de CO2, no obstante, esta generación de CO2 prácticamente no tiene efectos agresivos hacia el medio ambiente, ya que cumple una misión en el ciclo de vida de la planta (la fotosíntesis).
“Existe un problema con los biocombustibles que en estos momentos estamos descifrando”. El problema es que los biocombustibles se comportan como “combustibles vivos” como los llama el doctor Martínez, y tiene que ver con su capacidad de mutar constantemente, lo que impide el almacenamiento por tiempos prolongados.
Cuando un biocombustible es almacenado, es importante observar los cambios que se van teniendo en su estructura molecular, para definir las posibles afectaciones al momento de ser utilizados como un fluido de trabajo (afectaciones como el desgaste) o bien durante una reacción química (afectaciones en emisiones contaminantes).
“Si logramos que los biocombustibles sean excelentes combustibles, esto sería un detonador de oportunidades”, aseguró el Dr. Martínez. Produciendo biocombustible a base de semillas o de otro tipo de oleaginosa se podrían tener resultados positivos a nivel nacional e internacional, creando nuevas fuentes de trabajo.
“Gracias al interés que hay de la inversión privada y pública hemos ido por buen camino y cada vez más estamos creciendo”, revela el líder del Cuerpo Académico Procesos termofluidodinámicos y sistemas energéticos
Actualmente los investigadores de FIME son pioneros en el estudio científico de generación de gas de síntesis y biocombustibles. Con estas investigaciones se ha iniciado la construcción del primer reactor que transformará veinte toneladas de material sólido en gas de síntesis y la mejora genética de plantas oleaginosas.
Por otro lado el Dr. Martínez explicó que cuando se involucra al investigador con los sectores donde existen necesidades, la investigación básica o aplicada avanza a pasos agigantados. “En nuestro grupo buscamos que toda la investigación, ya sea básica o aplicada tenga la misión de resolver un problema”.
Al paso del tiempo hemos visto los resultados obtenidos del trabajo desarrollado y, creo que son muy buenos, es por eso que estamos convencidos que cada hipótesis que hemos planteado de manera cuidadosa en el andar de la investigación ha sido la adecuada, concluyó el doctor Martínez.
***Simón Martínez Martínez cuenta con el Doctorado en ingeniería Mecánica con especialidad en Procesos Termofluidodinámicos en MCIA por la Universidad Politécnica de Valencia, España, es profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica; su especialidad es Análisis y Modelado de la Combustión; tiene Reconocimiento a Perfil Deseable del Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP), pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). El Dr. Martínez actualmente es Coordinador de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería con Orientación en Energías Térmica y Renovables en el Posgrado de la FIME de la UANL. Es Líder del Cuerpo Académicos Procesos Termofluidodinámicos y Sistemas Energéticos y de la Red Internacional Fuentes Renovables y Uso Eficiente de la Energía. Es responsable de proyectos de Investigación vinculado a instituciones como la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, así como del Programa de Energía Europeo, La Universidad de Duquesne, Lawrence Livermore National Labotarories y UCLA, en USA, a nivel nacional con la UNAM, la Universidad de Guanajuato, la Universidad Veracruzana, entre otras. Asimismo lleva a cabo proyectos de I+D+I con el sector productivo y gubernamental como: Nutec, Ternium, Vitro, Whirlpool, Metalsa, Copamex, Villacero, Katcon, Owens Corning, PEMEX, Control Pro y Gobierno Federal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)